viernes, 11 de septiembre de 2009

Posible diálogo de Ernesto Guevara con la maestra Julia

-Hola, de nuevo aquí. Ya no te bastó con la conmiseración y con regañarme. Julia, ya ves que no he sido un alumno aplicado y menos aseado como pretendes.
-Pero ahora nos están soñando Che, sólo me dejaron entrar una vez y yo pude descubrir al hombre. Alguien ahora nos sueña para que pueda darte el beso que deseaba.
-Me halaga prolongar el tiempo que no tengo con una muchacha joven, hermosa y docente. ¿Por qué se me ocurre la travesura de llamarte decente? Sí, eres docente decente...
-Será que en este mundo es muy decente quien decide ser docente para apasionarse ante un joven con enseñanzas que ya en su puerta se desmoronan.
-No, Julia. Eres docente decente porque entre las maravillas que aún perduran en este mundo, los maestros como tú tienen el don de convertirse en témpanos ante los fuegos morbosos que queman la gracia de los días, para salvar, enaltecer y accionar el gotero que salva a la humanidad. Tantos han asqueado a la existencia, pero hubo quien labró la primera palabra, quien imagino el primer bosquejo, el que plasmó un acto de nobleza, hubo alguien alguna vez que se quitó para dar, otro que pensó de una manera más justa, o quien juró en un papel una lealtad, y estuvieron otros que utilizaron los mares e inventaron y lucharon pensando en hombres sucesores, y tú lo cuentas, pero de otra manera, para que el niño crea que está en un sitio que da ganas.
(extracto del libro "Sueños tardíos con el Che")