Escribir en plena libertad, sin mordazas, disfrutando de la creación. Que las palabras puedan jugar entre ellas, aunque vayan a decirnos las penas.
domingo, 18 de diciembre de 2011
De todas maneras
la ternura en un descuido, hay fragancias y hay viento, calculo la frecuencia de la luna y me voy de mañanas sin sol. Soy eso que se ve, imposible trajinarme y traicionar. Abrazar quiero a tantos que desarman
filas para abrazarme
sábado, 26 de noviembre de 2011
Los Ferreyra
martes, 30 de agosto de 2011
La otra noche
La otra noche fue una noche emocionante. El corazón se me hizo una pasa de uva al caminar por casi todo el predio de la ex ESMA a eso de las ocho y media de la noche. Hacía mucho frío y a medida que avanzaba tenía más frío, era excesivo. Esos huesos congelados, apaleados, retorcidos, torturados me estaban recibiendo. Hace frío en la ex ESMA de noche, cuando ellos, los desaparecidos se quedan solos y andan recorriendo con sus almas a cuestas cada rincón para preguntarse otra vez por qué.
Yo sé que me iban siguiendo. Llegué al Auditorio de las Madres casi tiritando como si hubiese venido de pisar hielo. Allí recobré la temperatura. Había un concierto de bandas de rock, y en una de ellas tocaban mis dos sobrinos, hijos de mis primo Gustavo Varela, desaparecido en junio de 1977. Cuando Martín, uno de sus hijos -el otro se llama Santiago- dijo que tal vez “mi viejo anda por aquí, feliz de vernos” el frío fue cosa antigua. Ver a esos muchachos de treintaipico replicando la música de su padre, sus gestos, esas miradas de tanta claridad, hizo que mi corazón se reacomodara, que la desolación se transformara en esperanza y en certeza de que la lucha de mi primo y de toda una generación no fue en vano. Porque están sus hijos y están las madres, y la ESMA es su memoria, y ya no hay pasos de milicos ni represores. Salimos todos juntos y nos fuimos caminando con sus almas y sus huesos, y el frío fue calma. Volvimos otra vez a buscarlos, para llevarlos adentro.
domingo, 21 de agosto de 2011
ojalá que estuvieras aquï
sábado, 20 de agosto de 2011
Vamos a empezar de nuevo, cebollita y huevo...
Aguanteme hasta el verano
dijo un viejito cuyano
y en agosto se murió.
Nosotros estamos vivos
después de haber compartido
el olvido y la traición.
Permiso dijo un petiso,
cuidao lo olvidadizos
no se vayan a olvidar
que una cosa es ser humano
y otra es ser marrano
pa’ no recordar.
Vamos a empezar de nuevo,
cebollita y huevo, pan y libertad
que paguen los fracasados
y los humillados que no paguen más.
La gente andaba en lo suyo,
la liebre comiendo yuyos
y la abeja en el panal
cuando llegaron los chanchos
y armaron un zafarrancho
que nadie puede arreglar.
Igual que el bicho insurgente
llevaron los inocentes
todos al mismo corral
algunos no regresaron
y los que quedaron
¡Pa' que vi'a contar!
Vamos a empezar de nuevo…
A ver señora vecina
si se mete en la cocina
Y prepara con amor
Un guisito de esperanza
para calmarle la panza
al que siempre trabajó
Tenga los ojos alerta
bien cerquita de la puerta
no se vayan a colar
los que se comieron todo
con las manos sucias de la indignidad,
Vamos a empezar de nuevo
cebollita y huevo, pan y libertad
que paguen los que han robado
y los humillados y los olvidados
y los engañados …
que no paguen más.
miércoles, 17 de agosto de 2011
Primera parte de los fragmentos de un buda apócrifo
Sé leal a la autoridad sea cual fuere, así nunca nada te ocurrirá y llegarás confortable a tu casa vacía.
Descansa todo lo que puedas. Porque descansar es gozar, que no es lo mismo que el descanso eterno, porque uno no sabe que descansa.
No muestres ningún interés por el hombre y la mujer que amas, que tal vez así caiga en la trampa y le llames la atención. Porque que cuando uno es indiferente es diferente,
Denuncia todo el tiempo a la hipocresía, porque de ella abusan personas que quieren decir todo lo contrario.
No gastes energías en la violencia física, pues la única transpiración saludable es la del hacer el amor.
Pero puedes ser violento con tus dichos, que tampoco sirven de nada porque si uno necesita herir, no hace falta más que una palabra.
Piensas que todo lo que haces no tiene sentido: estás en lo correcto. Revuelvete en tu casa o en una plaza con tu perro y la vida será otra.
domingo, 7 de agosto de 2011
Chau, Claudio Díaz
Qué tristeza, qué vida es esta que se mueren enseguida los buenos y andan desquiciando sin descanso los malos. Cómo es que te has ido, Claudio. Cómo es que dejen de iluminar los días esos ojos celestes que abrumaban de bondad a los seres, las cosas, cada minuto y sus simplezas. No podés haberte muerto con todo lo que hacías falta. A dónde irán a parar las confesiones, los pedidos de auxilios, si no están tus oídos prestos, tus consejos, esa voz pausada con caricias. Tu andar calmo contrastaba con la solidez de tus pensamientos, tu vehemencia serena, esa firmeza en las ideas y los ideales que no negociabas ni por las mayores fortunas.
Erudito del peronismo, erudito de la erudición, escribiste grandes libros y hasta te moriste de risa siendo un pibe ganando premios en concursos de TV sabiendo lo imposible también de fútbol, esa otra pasión. Hubo también una tercera que fue el periodismo militante, porque luchaste constante como pocos por la utopía de la verdad, por la verdad más cruda y pura, aunque en eso se te haya ido un poco la vida. Fidel Castro en persona te entregó el Premio Latinoamericano de Periodismo “José Martí” por tus investigaciones en la Argentina que tanto amabas y que no querías que maltrataran.
Qué orgullo fue que me dijeras “te quiero, amigo”, que placer inmenso nuestras charlas sobre política, el gremio de prensa, el fútbol y las mujeres en esas comilonas que adorabas como buen sibarita. Qué desgracia haber estado tanto tiempo separados, desde que nos conocimos en una redacción hasta que nos volvimos a reencontrar en otra, 20 años después. Pero fuimos presencia aún en la lejanía. Uno siempre sabía del otro.
No quiero saber que estás muerto. Me niego. Me imagino escuchar tu voz, y la promesa de encontrarnos, de mirar el cielo de tu amado Morón, donde dicen que te dejaron, tras no entender la burda muerte que personas como vos no hacen falta en el cementerio sino en la vida. Porque la celebran, la honran y le dan sentido.
Chau, Claudio. El sábado juega el Gallito y el lunes haremos bromas si gana o si gana mi equipo, y me dirás “qué grande el Dragón” porque querrás verme alegre y que no sufra. Porque para eso estabas vos, dando la cara y sufriendo por todos. Y así le hiciste un hueco a la muerte que no perdona. Y menos a los grandes como vos que le hacen sombra.
jueves, 28 de julio de 2011
Cuidado votantes de Macri-Duhalde
Dónde me paro yo en esta sociedad tinellizada y susanizada. En la que la gente mira de a cientos de miles a Marcelo Tinelli, y consecuentemente vota a Macri porque sigue votando embotada estupideces, después de elegir el enésimo culo. En una sociedad espantosa en la que la fascista Susana Giménez disfrazada de encantadora mina con calle, ofrece su engendro televisivo para que sus candidatos acólitos y engendros, abran y cierren campañas.
La derecha está destapando su odio y muchos inocentes acompañan, porque astutamente le van rompiendo las neuronas con semejante mugre televisiva. Y los grandes medios siempre cómplices del desguace, maltratan hasta figuras sagradas como las Madres, las Abuelas, el juez Zaffaroni.
Qué le habrán hecho a esos miles de votantes de Miguel del Sel... La protesta no se canaliza en personajes tan livianos que no tienen idea de las ideas, y que son sencillos muñecos de titiriteros como Duhalde, que se relame por asaltar otra vez el poder para despanzurrar el país, y cederles a los grandes grupos económicos y las grandes familias mucho más de lo tanto que ya tienen. Levantando bien alto las escopetas de las fuerzas represivas para detener la reacción popular, como ya hizo en los asesinatos de Kosteki y Santillán.
Tengan cuidado votantes de los socios Duhalde y Macri. No se olviden que Mauricio bancó en su banca a Patti, que Mauricio creó la fuerza represiva de UCEP para echar a patadas y trompadas de la ciudad, a esos pobres más pobres de la calle que no les dejan ni la calle. Macri está procesado por escuchas ilegales y por crear una policía con jefes manchados con sangre. Tengan cuidado porque detrás de Duhalde, de Macri, se agazapa la mano de obra desocupada y los poderosos que sólo quieren el país para ellos, y para el resto, palos. No debe olvidarse la historia dolorosa de este país, aquella de la generación devastada. No debe olvidarse que personajes civiles parecidos a éstos convalidaron la matanza y la tortura.
Macri además maldice el arte, los artistas, los maestros, los médicos, las enfermeras, a todo trabajador que tenga relación con el campo popular. Porque para Mauricio la gente buena va a escuelas privadas, sanatorios prepagos y viaja a Manhattan para ver espectáculos.
Dónde me paro yo donde no puede creerse nada, porque hasta la información más mínima es fruto de una operación tendenciosa y maliciosa. Dónde si hasta el fútbol nos entristece al verlo tironeado por unos y otros que quieren para sí su circo y abundante pan.
Ojalá no tenga que hacer realidad aquellos versos de Pappo: “No sé porqué, imaginé, que estábamos unidos, y me sentí mejor… Pero aquí estoy, tan solo en la vida, que mejor me voy…”
viernes, 15 de julio de 2011
Eramos
Redonda y mustia, cruces de pierna tapados, la voz distinta. Te hablo de lo que fue y no entendés que hubo una vez que nos miramos y temblamos, y que fuimos bellos y nos dimos el lujo de la ausencia. Qué es lo que habrá que hacer con el tiempo que se la pasa matando toda nuestra esencia. Tus ojos eran el abismo al que uno desmayaba conociendo que amortiguabas con caricias.
Qué desiguales son las horas. Se arremolinan algunas para por ejemplo amarte, y sin embargo están las que prosiguen y que aúllan su descarte.
Lo que eras y lo que soy. Cada vez que te sueño salgo a buscarte. Pero tomas de las crines a tus grandes caballos, y en mi desesperación te vas convirtiendo en el Polifemo de la nueva aurora, la que se decanta.
jueves, 7 de julio de 2011
Por favor, no vuelvan a votar a Macri
Hace cuatro años que me da vergüenza ser porteño. Espero que no sean ocho los años de espanto continuado, porque sería insoportable para mi dignidad y mi identidad. Mauricio Macri es la mueca exacta del desbande humano. De la rotunda decadencia de la especie, a la que se rasca un poco y no hay nada debajo de esa apariencia de lujos y poses. Mauricio Macri es un iletrado a pesar de su título de ingeniero. No puede apartarse de su discurso dictado por una tropilla de asesores, porque me juego lo poco que tengo, que sus lecturas no habrán ido más allá de las páginas deportivas. Cómo el jefe de gobierno de la ciudad, de mi ciudad, de la metrópoli de tanta fama de culta y orgullosa, va a ser un tipo que descrea de la educación pública, que ningunee a pobres profesores de los talleres barriales, el que cierra todo el tiempo que se le canta el Teatro Colón. La Buenos Aires de mi vida toda, siempre se jactó de maleva pero servicial y gratuita para educar y curar. Pero ya ni ofrece curitas en la ferocidad de este chico bien por aniquilar los hospitales de adultos y de chicos. Escuelas y hospitales tiritan de frío porque Mauricio les corta el gas mientras se muere de risa con sus funcionarios del Cardenal Newman frente a pomposos hogares a leña. Los cuerdos habitantes del Borda no pueden creer la locura de su intendente de abandonarlos a su suerte. Pero es que nadie les informó que Macri gobierna sólo para Barrio Norte, Recoleta y Puerto Madero, porque para él quienes mejor están en sus cabales son los de dinero.
Qué extraño virus invade el cuarto oscuro de mis vecinos que votan a Erman González, a De la Rúa, a Macri. Esta Buenos Aires maltratada, robada y humillada suplica piedad a los votantes. La puedo escuchar apenas asomada entre la basura, hundida en un bache, y atascada en el tránsito.
miércoles, 6 de julio de 2011
Apenas tu mirada
Nos vemos en un relámpago, en un fortuito encuentro de miradas. Eso es todo y es mucho. Para entender que la vida nunca fue lo que pronosticaba. Apenas si una leve sonrisa, y esos ojos que quieren evitar las ansias y se demuelen en brillos y siguen mirando a otra parte como si no hubiese ocurrido nada.
Es cada tanto lo sagrado. Así ha sido concebido. De nada sirve impacientarse y matar esas pocas penas reales que nos mantienen vivos.
Ya llegará otra vez el nuevo segundo de cruzarnos.
sábado, 25 de junio de 2011
Embriáguense
Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!"
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Charles Baudelaire
jueves, 26 de mayo de 2011
El discurso revolucionario de Mariano Moreno
Plan de Operaciones
(fragmento)
Por Mariano Moreno
Señores de la Excelentísima Junta Gubernativa de las
Provincias Unidas del Río de la Plata:
Volar a la esfera de la alta y digna protección de V. E. los pensamientos de este Plan, en cumplimiento de la honorable comisión con que me ha honrado, si no es ambición del deseo, es a lo menos un reconocimiento de gratitud a la Patria; ella solamente es el objeto que debe ocupar las ideas de todo buen ciudadano, cuya sagrada causa es la que me ha estimulado a sacrificar mis conocimientos en obsequio de su libertad y desempeño de mi encargo. Tales son los justos motivos que al prestar el más solemne juramento ante ese Superior Gobierno hice presente a V. E. cuando, en atención a las objeciones que expuse, convencido de las honras, protestó V. E. que nunca podrían desconceptuarse mis conocimientos, si ellos no llegaban a llenar el hueco de la grande obra.
En esta atención y cumplimiento de mi deber, sería un reo de lesa patria, digno de la mayor execración de mis conciudadanos, indigno de la protección y gracias que ella dispensa a sus defensores si –habiéndose hecho por sus representantes, en mi persona, la confianza de un asunto en que sus ideas han de servir para regir, en parte móvil, de las operaciones que han de poner a cubierto el sistema continental de nuestra gloriosa insurrección– no me desprendiese de toda consideración aun para con la patria misma, por lisonjear sus esperanzas con la vil hipocresía y servil adulación de unos pensamientos contrarios, que en lugar de conducirla a los grandes fines de la obra comenzada, sólo fuesen causa de desmoronar los débiles cimientos de ella; y en esta virtud, el carácter de la comisión y el mío –combinando un torrente de razones, las más sólidas y poderosas, uniformando sus ideas– me estrechan indispensablemente a manifestarme con toda la integridad propia de un verdadero patriota.
La verdad es el signo más característico del hombre de bien; la resignación, el honor y la grandeza de ánimo en las arduas empresas, son las señales más evidentes de un corazón virtuoso, verdadero amante de la libertad de su patria; tales son los principios que me he propuesto seguir para desenvolver el cúmulo de reflexiones que me han parecido más conducentes para la salvación de la patria en el presente plan, sin que preocupación alguna política sea capaz de trastornar ni torcer la rectitud de mi carácter y responsabilidad.
El emprendimiento de la obra de nuestra libertad, a la verdad, es tan grande, que por su aspecto tiene una similitud con los palacios de Siam, que con tan magníficas entradas, no presentan en su interior sino edificios bajos y débiles; pero la Providencia que desde lo alto examina la justicia de nuestra causa, la protegerá, sin duda, permitiendo que de los desastres saquemos lecciones las más importantes. Porque aunque algunos años antes de la instalación del nuevo Gobierno se pensó, se habló, y se hicieron algunas combinaciones para realizar la obra de nuestra independencia, ¿diremos que fueron medios capaces y suficientes para realizar la obra de la independencia del Sud, pensarlo, hablarlo y prevenirlo? ¿Qué sacrificios hemos hecho, ni qué emprendimientos, que sean suficientes para que podamos tributarnos loores perpetuos por la preferencia de la primacía? ¿Qué planos y combinaciones han formado más laboriosas áreas, para evitar que se desplome un edificio que sin pensar en la solidez que debe estribar sus cimientos, queremos levantar con tanta precipitación? Permítaseme decir aquí, que a veces la casualidad es la madre de los acontecimientos, pues si no se dirige bien una revolución, si el espíritu de intriga y ambición sofoca el espíritu público, entonces vuelve otra vez el estado a caer en la más horrible anarquía. Patria mía, ¡cuántas mutaciones tienes que sufrir! ¿Dónde están, noble y grande Washington, las lecciones de tu política? ¿Dónde las reglas laboriosas de la arquitectura de tu grande obra? Tus principios y tu régimen serían capaces de conducirnos, proporcionándonos tus luces, a conseguir los fines que nos hemos propuesto.
En esta verdad las historias antiguas y modernas de las revoluciones nos instruyen muy completamente de sus hechos, y debemos seguirlos para consolidar nuestro sistema, pues yo me pasmo al ver lo que llevamos hecho hasta aquí, pero temo, a la verdad, que si no dirigimos el orden de los sucesos con la energía que es propia (y que tantas veces he hablado de ella) se nos desplome el edificio; pues el hombre en ciertos casos es hijo del rigor, y nada hemos de conseguir con la benevolencia y la moderación; éstas son buenas, pero no para cimentar los principios de nuestra obra; conozco al hombre, le observo sus pasiones, y combinando sus circunstancias, sus talentos, sus principios y su clima, deduzco, por sus antecedentes, que no conviene sino atemorizarle y oscurecerle aquellas luces que en otro tiempo será lícito iluminarle; mi discurso sería muy vasto sobre esta materia, y no creyéndolo aquí necesario, no trato de extenderlo, pero deduciendo la consecuencia tendamos la vista a nuestros tiempos pasados y veremos que tres millones de habitantes que la América del Sur abriga en sus entrañas han sido manejados y subyugados sin más fuerza que la del rigor y capricho de unos pocos hombres; véase pueblo por pueblo de nuestro vasto continente, y se notará que una nueva orden, un mero mandato de los antiguos mandones, ha sido suficiente para manejar miles de hombres, como una máquina que compuesta de inmensas partes, con el toque de un solo resorte tiene a todos en un continuo movimiento, haciendo ejercer a cada una sus funciones para que fue destinada.
La moderación fuera de tiempo no es cordura, ni es una verdad; al contrario, es una debilidad cuando se adopta un sistema que sus circunstancias no lo requieren; jamás en ningún tiempo de revolución, se vio adoptada por los gobernantes la moderación ni la tolerancia; el menor pensamiento de un hombre que sea contrario a un nuevo sistema es un delito por la influencia y por el estrago que puede causar con su ejemplo, y su castigo es irremediable.
Los cimientos de una nueva república nunca se han cimentado sino con el rigor y el castigo, mezclado con la sangre derramada de todos aquellos miembros que pudieran impedir sus progresos; pudiera citar los principios de la política y resultados que consiguieron los principales maestros de las revoluciones, que omito el hacerlo por ser notorias sus historias y por no diferir algunas reflexiones que se me ofrecen "acerca de la justicia de nuestra causa, de la confianza que debemos tener en realizar nuestra obra, de la conducta que nos es más propicia observar, como igualmente de las demás máximas que podrán garantizar nuestros emprendimientos".
En esta atención, ya que la América del Sur ha proclamado su independencia para gozar de una justa y completa libertad, no carezca por más tiempo de las luces que se le han encubierto hasta ahora y que pueden conducirla en su gloriosa insurrección. Si no se dirige bien una revolución, si el espíritu de intriga, ambición y egoísmo sofoca el de la defensa de la patria, en una palabra: si el interés privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una nación es la fuente más fecunda de todos los excesos y del trastorno del orden social. Lejos de conseguirse entonces el nuevo establecimiento y la tranquilidad interior del estado, que es en todos tiempos el objeto de los buenos, se cae en la más horrenda anarquía de que se siguen los asesinatos, las venganzas personales y el predominio de los malvados sobre el virtuoso y pacífico ciudadano.
El caso y la fatalidad son las disculpas de la indiscreción y la flaqueza. El hombre animoso hace salir a luz los ocasos para utilizarlos, y sus enemigos son los que se rinden al yugo de la fatalidad. El que tiene gran corazón, espíritu y alma elevada, manda a la fortuna, o más bien la fortuna no es sino la reunión de estas cualidades poderosas, pero como su brillo amedrenta al vulgo y excita la envidia, será feliz quien pueda hermanarlas con la moderación que las hace excusables.
No admiremos la Providencia ni desconfiemos de ella, recordando que de las fatalidades más desastradas, saca las grandes e importantísimas lecciones que determinan el destino del mundo. La mano dio luz al sol y a los astros, y hace girar los cielos, humilla a veces los tronos, borra los imperios, así como desde el polvo encumbra a lo sumo de la grandeza a un mortal desconocido, demostrando al Universo que los mortales, los imperios, los tronos, los cielos y los astros, son nada en comparación de su poder.
Sentemos ante todo un principio: la filosofía que reina en este siglo demuestra la ridiculez de la grandeza y las contingencias a que está expuesta. La insubsistencia perpetua y continuada de la corona de España, lo está evidenciando; la familia real envilecida había ya dejado de serlo y perdido sus derechos; el 25 de mayo de 1810, que hará célebre la memoria de los anales de América, nos ha demostrado esto, pues hace veinte años que los delitos y las tramas de sus inicuos mandones y favoritos le iban ya preparando este vuelco.
Por mejor decir, no se la ha destronado ni derribado del solio, sino que se la ha hundido debajo de las plantas; y jamás pudo presentarse a la América del Sur oportunidad más adecuada para establecer una réplica sobre el cimiento de la moderación y la virtud.
La familia de los Borbones estaba en el suelo, y ninguno de sus cobardes amigos acudió a tiempo a darle la mano; no era menester más que dejarla dormir y olvidarla.
Así, pues, cuando las pasiones del hombre andan sueltas, ¡cuán horrible, pero cuán interesante, es el observarle! Entonces sale a lo claro lo más escondido de su corazón; entonces la vista puede seguir por las vueltas y revueltas de aquel laberinto inescrutable los estragos del odio, los arrebatos de la ambición, el desenfreno de la codicia, los ímpetus de vanagloria y los proyectos de engrandecimiento.
Hay hombres de bien (si cabe en los ambiciosos el serlo) que detestan verdaderamente todas las ideas de los gobiernos monárquicos, cuyo carácter se les hace terrible, y que quisieran, sin derramamiento de sangre, sancionar las verdaderas libertades de la patria; no profesan los principios abominables de los turbulentos, pero como tienen talento, algunas virtudes políticas, y buen crédito, son otro tanto más de temer; y a éstos sin agraviarles (porque algún día serán útiles) debe separárseles; porque, unos por medrar, otros por mantenerse, cuáles por inclinación a las tramas, cuáles por la ambición de los honores, y el menor número por el deseo de la gloria, o para hablar con más propiedad, por la vanidad de la nombradía, no son propios por su carácter para realizar la grande obra de la libertad americana, en los primeros pasos de su infancia.
A la verdad, me rebajaría de mi carácter y del concepto que se tiene formado hacia mi persona si negase los obstáculos e inconvenientes que atropellando mis deseos desconsolaban mi ánimo, aunque concebía algunas veces medios para allanarlos. Otros, en mi lugar, lejos de confundirse transformarían, como hace la verdadera destreza, los obstáculos en medios, hollarían los estorbos, y aun los procurarían para complacerse en superarlos; en fin, yo titubeé en medio de las mayores dificultades, temiendo el empezar, y ansiando el acabar, excitado por mi adhesión a la patria, contenido por los escrúpulos y agitado entre la esperanza del éxito y el temor del malogro.
En esta virtud, habiéndome hecho cargo de todo, resolví entregarme a la marea de los acontecimientos, porque las empresas arduas siempre presentan grandes dificultades, y por consiguiente grandes remedios; pues huir cuando se va a dar la batalla, no sólo es cobardía, sino aun traición; y en este estado me puse en manos de la Providencia, a fin de que dirigiese mis conocimientos acerca de la causa más justa y más santa, pues si se malograse el fruto de mis intentos, la recompensa, creo, quedaría cifrada en la gloria de haberlos emprendido.
En cuya atención y consecuencia, la sensibilidad y una extremada energía son los elementos más grandes de la naturaleza y los más propios para realizar una grande obra, porque entonces los ánimos generosos se desenvuelven en medio de las más horrorosas tempestades, aumentando sus fuerzas a proporción de los peligros que los amenazan, y consiguientemente unos hombres de este corazón son capaces de las acciones más heroicas, y aun de conducir con su política las tramas más largas y formales donde se cifre la vida de un hombre y el destino de un estado.
No se me podrá negar que en la tormenta se maniobra fuera de regla, y que el piloto que salva el bajel, sea como fuere, es acreedor a las alabanzas y a los premios, este principio es indudable, máxime cuando se ciñe a la necesidad absoluta como único medio para la consecución de lo que se solicita.
Las máximas que realizan este plan y hago presentes son, no digo las únicas practicables, sino las mejores y más admisibles, en cuanto se encaminen al desempeño y gloria de la lid en que estamos tan empeñados. ¿Quién dudará que a las tramas políticas, puestas en ejecución por los grandes talentos, han debido muchas naciones la obtención de su poder y de su libertad? Muy poco instruido estaría en los principios de la política, las reglas de la moral, y la teoría de las revoluciones, quien ignorase de sus anales las intrigas que secretamente han tocado los gabinetes en iguales casos; y, ¿diremos por esto que han perdido algo de su dignidad, decoro y opinión pública en lo más principal? Nada de eso: los pueblos nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice.
En el orden moral, hay ciertas verdades matemáticas en que todos convienen, así como todos admiten los hechos incontestables de la física. Pregúntesenos a cada uno qué figura tiene el sol, y responderemos unánimes que redonda: pregúntesenos también sobre los bienes de la esclavitud y males de la libertad, y nos parecerán éstos preferibles a aquéllos, porque siendo poco numerosos unos y otros, queremos naturalmente la mayor suma de bienes, de la cual sólo hay que separar una cantidad pequeña de males.
Pero cuando vengamos a los medios de formar la mayor suma de estos bienes y la segregación más considerable de estos males, entonces falta la unanimidad, el problema divide las opiniones y los debates comienzan.
Tal sería el estado en que nos encontraríamos, si no nos uniesen generalmente los intereses de la patria; ¿y quién de vosotros, señores, sería capaz de poner en cuestión la libertad y felicidad de ella, no teniendo sino unos conocimientos superficiales de las causas secretas de la revolución? ¿Acaso se necesitó más fortaleza el 25 de mayo de 1810 para derribar los colosos de la tiranía y despotismo, que la que se necesita para erigir los cimientos de nuestro nuevo edificio? Desembarácese el suelo de los escombros, quiero decir, concluyamos con nuestros enemigos, reformemos los abusos corrompidos y póngase en circulación la sangre del cuerpo social extenuado por los antiguos déspotas, y de este modo se establecerá la santa libertad de la patria.
Y en consecuencia creería no haber cumplido, tanto con la comisión con que se me ha honrado, como con la gratitud que debo a la patria, si no manifestase mis ideas según y cómo las siente el corazón más propias, y los conocimientos que me han franqueado veinticinco años de estudio constante sobre el corazón humano, en cuyo, sin que me domine la vanidad, creo tener algún voto en sus funciones intelectuales; y, por lo contrario, si moderando mis reflexiones no mostrase los pasos verdaderos de la felicidad, sería un reo digno de la mayor execración, y así no debe escandalizar el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda costa, aun cuando tengan semejanza con las costumbres de los antropófagos y caribes. Y si no, ¿por qué nos pintan a la libertad ciega y armada de un puñal? Porque ningún estado envejecido o provincias pueden regenerarse sin cortar sus corrompidos abusos, sin verter arroyos de sangre.
Hablemos con franqueza: hasta ahora sólo hemos conocido la especulativa de las conspiraciones, y como tal, cuando tratamos de pasar a la práctica nos amilanamos. Pues no; no son éstas las lecciones que nos han enseñado y dado a conocer los maestros de las grandes revoluciones; fíjese la vista sobre los anales de las historias del Norte, de la Francia, etcétera y aun de la misma España, y se observará las tramas y astucias políticas, únicamente dirigidas a conseguir por todo camino aquellos fines a que han aspirado.
Se ha repetido muchas veces que la necesidad es madre de la industria, y que su carácter halagueño, pintado con los bellos colores de una filosofía sutil, invierte su estudio y destreza por medio de la seducción y la intriga, teniendo a veces su origen más o menos noble, según las circunstancias.
Ultimamente, demos un carácter más solemne a nuestro edificio; miremos sólo a la patria, y cuando la Constitución del Estado afiance a todos el goce legítimo de los derechos de la verdadera libertad en práctica y quieta posesión, sin consentir abusos, entonces resolvería el Estado americano el verdadero y grande problema del contrato social; pues establecer leyes cuando han de desmoronarse al menor ímpetu de un blando céfiro, depositándolas dentro de un edificio cuyos cimientos tan poco sólidos no presentan aún más que vanas y quiméricas esperanzas, exponiendo la libertad de la patria, la impotencia, que quizá al menor impulso de nuestros enemigos, envolviéndonos en arroyos de sangre, tremolen otra vez sobre nuestras ruinas el estandarte antiguo de la tiranía y despotismo; y por la debilidad de un gobierno se malograría entonces las circunstancias presentes, y más favorables a una atrevida empresa, que se inmortalizaría en los anales de América, y desvanecidas nuestras esperanzas seríamos víctimas del furor y de la rabia.
Y en consecuencia de todo lo expuesto, pasando ya a la exposición de los artículos que contiene la comisión de mi cargo, por el orden y según instruye su contenido, dice:
Artículo 1° –En cuanto a la conducta gubernativa más conveniente a las opiniones públicas, y conducente a las operaciones de la dignidad de este Gobierno, debe ser las que instruyen las siguientes reflexiones:
1a Sentado el principio que en toda revolución hay tres clases de individuos: la primera, los adictos al sistema que se defiende; la segunda, los enemigos declarados y conocidos; la tercera, los silenciosos espectadores, que manteniendo una neutralidad, son realmente los verdaderos egoístas; bajo esta suposición, la conducta del Gobierno en todas las relaciones exteriores e interiores con los puertos extranjeros y sus agentes o enviados públicos y secretos, y de las estratagemas, proposiciones, sacrificios, regalos, intrigas, franquicias y demás medios que sean menester poner en práctica, debe ser silenciosa y reservada con el público; sin que nuestros enemigos, ni aun la parte sana del pueblo, lleguen a comprender nada de sus enemigos exteriores e interiores [pues] podrían rebatirnos las más veces nuestras diligencias; lo segundo, porque además de comprometer a muchos de aquellos instrumentos de quienes fuese preciso valernos ocasionándoles su ruina, también perderíamos la protección de tales resortes para en lo sucesivo, y lo que es más, la opinión pública; y lo tercero, porque mostrando sólo los buenos efectos de los resultados de nuestras especulaciones y tramas –sin que los pueblos penetren los medios ni resortes de que nos hemos valido, atribuyendo estos sus buenos efectos a nuestras sabias disposiciones– afianzaremos más el concepto público y su adhesión a la causa, haciendo que tributen cada día mayor respeto y holocausto a sus representantes; y así obviaremos quizá las diferentes mutaciones a que está expuesto el Gobierno.
2a A todos los verdaderos patriotas cuya conducta sea satisfactoria, y tengan dado de ella pruebas relevantes, si en algo delinquiesen que no sea concerniente al sistema, débese siempre tener con éstos una consideración, extremada bondad; en una palabra, en tiempo de revolución, ningún otro debe castigarse, sino el de infidencia y rebelión contra los sagrados derechos de la causa que se establece; y todo lo demás debe disimularse.
3a En todos los empleos medios, después que se hallen ocupados por éstos, la carrera de sus ascensos debe ser muy lenta, porque conceptuando que el establecimiento radicado de nuestro sistema es obra de algunos años, todos aspirarían a generales y magistrados; y para obviar esto deben establecerse premios, como escudos, columnas, pirámides, etc., para premiar las acciones de los guerreros y adormecer con estos engaños a aquellos descontentos que nuncan faltan, y exigen por su avaricia más de lo que merecen. ¿Pues en qué se perjudica a la patria que un ciudadano lleve el brazo lleno de escudos, ni que su nombre esté escrito en un paraje público, cuando de ello no resulta gravamen al erario? Y así con éstos debe ser la conducta según y como llevo referido.
4a Con los segundos debe observar el Gobierno una conducta muy distinta, y es la más cruel y sanguinaria; la menor especie debe ser castigada, y aun en los juicios extraordinarios y asuntos particulares, debe siempre preferirse el patriota, porque siendo una verdad el ser amante a su patria, es digno a que se le anteponga, y se forme de él no sólo el mejor concepto, sino que también se le proporcione la mejor comodidad y ventajas: es lo primero; y lo segundo, porque aprisionando más su voluntad, se gana un partidario y orador que forma con su adhesión una parte sólida de su cimiento.
5a Igualmente con los segundos, a la menor semiprueba de hechos, palabras, etcétera, contra la causa, debe castigarse con pena capital, principalmente cuando concurran las circunstancias de recaer en sujetos de talento, riqueza, carácter, y de alguna opinión; pero cuando recaiga en quienes no concurran éstas, puede tenerse alguna consideración moderando el castigo; pero nunca haciendo de éstos la más mínima confianza, aun cuando diesen las pruebas más relevantes y aun cuando se desprendiesen de la mitad de sus intereses, hasta tanto no consolidar nuestro sistema sobre bases fijas y estables; que entonces sí, a los que se hubiesen distinguido con servicios particulares se les debe atender, y, formando de ellos el concepto a que son acreedores, participarles el premio.
6a En los mismos términos, como la conducta de estos segundos y su adhesión contraria a nuestra causa es radicalmente conocida, sin embargo, el Gobierno debe, tanto en la capital como en todos los pueblos, a proporción de su extensión, conservar unos espías –no de los de primer ni segundo orden, en talentos y circunstancias, pero de una adhesión conocida a la causa– a quienes indistintamente se les instruya bajo de secreto; comisionándolos para que introduciéndose con aquellas personas de más sospecha, entablando comunicaciones, y manifestándose siempre de un modo contrario de pensar a la causa que se defiende, traten de descubrir por este medio los pensamientos de nuestros enemigos y cualesquiera tramas que se pudieran intentar; y a éstos débese agraciarlos con un corto sueldo mensual, instruyéndolos como he referido, bajo de ciertas restricciones que se les debe imponer; éstos no han de obtener ningún empleo o cargo alguno, ni aun el de soldado, pues este solo carácter sería suficiente para frustrar los intentos de este fin.
7a Consiguientemente, cuantos caigan en poder de la patria de estos segundos exteriores e interiores, como gobernadores, capitanes generales, mariscales de campo, coroneles, brigadieres, y cualesquiera otros de los sujetos que obtienen los primeros empleos de los pueblos que aún no nos han obedecido, y cualesquiera otra clase de personas de talento, riqueza, opinión y concepto, principalmente las que tienen un conocimiento completo del país, sus situaciones, caracteres de sus habitantes, noticias exactas de los principios de la revolución y demás circunstancias de esta América, debe decapitárselos; lo primero, porque son unos antemurales que rompemos de los principales que se opondrían a nuestro sistema por todos caminos; lo segundo, porque el ejemplo de estos castigos es una valla para nuestra defensa, y además nos atraemos el concepto público; y lo tercero, porque la patria es digna de que se le sacrifique estas víctimas como triunfo de la mayor consideración e importancia para su libertad, no sólo por lo mucho que pueden influir en alguna parte de los pueblos, sino que dejándolos escapar podría la uniformidad de informes perjudicarnos mucho en las miras de las relaciones que debemos entablar.
8a Ultimamente la más mera sospecha denunciada por un patriota contra cualquier individuo de los que presentan un carácter enemigo, debe ser oída v aun debe dársele alguna satisfacción, suponiendo que sea totalmente infundada, por sólo un celo patriótico mal entendido, ya desterrándolo por algún tiempo, más o menos lejos del pueblo donde resida, o apropiándole otra pena, según la entidad del caso, por un sinnúmero de razones que omito, pero una de ellas es para que el denunciante no enerve el celo de su comisión, vea que se tiene confianza, y se forma concepto de su persona.
9a En cuanto a los terceros individuos, también será de la obligación del Gobierno hacer celar su conducta; y los que se conozcan de talento y más circunstancias, llamarlos, ofrecerles, proponerles y franquearles la protección que tenga a bien el Gobierno dispensarles, a proporción de la calidad, empleos, negocios y demás, sin dejar de atender a la clase de bienes que gozan y la cantidad de sus caudales y trabas que los liguen, sin hacer nunca una manifiesta confianza hasta penetrar sus intenciones y su adhesión, practicándose esto por aquellos medios que son más propios y conducentes.
10a Asimismo la doctrina del Gobierno debe ser con relación a los papeles públicos muy halagueña, lisonjera y atractiva, reservando en la parte posible, todos aquellos pasos adversos y desastrados, porque aun cuando alguna parte los sepa y comprenda, a lo menos la mayor no los conozca y los ignore, pintando siempre éstos con aquel colorido y disimulo más aparente y para coadyuvar a este fin debe disponerse que la semana que haya de darse al público alguna noticia adversa, además de las circunstancias dichas, ordenar que el número de gacetas que hayan de imprimirse sea muy escaso, de lo que resulta que siendo su número muy corto, podrán extenderse menos, tanto en lo interior de nuestras provincias, como fuera de ellas, no debiéndose dar cuidado alguno al Gobierno que nuestros enemigos repitan y contradigan en sus periódicos lo contrario, cuando ya tenemos prevenido un juicio con apariencias más favorables; además, cuando también la situación topográfica de nuestro continente nos asegura que la introducción de papeles perjudiciales debe ser muv difícil, en atención a que por todos caminos, con las disposiciones del Gobierno debe privarse su introducción.
11a Los bandos y mandatos públicos deben ser muy sanguinarios y sus castigos al que infringiere sus deliberaciones muy ejecutivos, cuando sean sobre asuntos en que se comprometan los adelantamientos de la patria, para ejemplo de los demás.
12a Luego que algunos pueblos, tanto del Perú como de la Banda Oriental, hayan sucumbido, se deben ocupar aquellos primeros empleos por sujetos que, considerando en ellos alguna reputación y talento, podría servir de mucha extorsión su asistencia en esta Capital; y por lo tanto debe separárseles con esta política , a fin de obviar algunas convulsiones populares y mutaciones de gobierno a que está expuesta la Patria, por el partido de la ambición.
13a También deben darse los grandes empleos, como generales, etc., a sujetos en quienes puedan concurrir las mismas circunstancias explicadas ya en la reflexión antecedente.
14a Asimismo, cuando los sujetos que empleados en los primeros cargos, como gobernadores de los pueblos, jefes de divisiones, o generales, llegasen a obtener una grande opinión y concepto, máxime los que gobiernan fuerzas, debe precisarse con disimulo mandarlos de unos a otros o con cualquier otro pretexto, llamándolos a la capital, separarlos de sus encargos por algún tiempo, haciendo variar sus comisiones después, a fin de que como son los que manejan las fuerzas, ayudados de la opinión y concepto, no puedan cometer atentados que comprometan la felicidad pública, de lo que causarían disensiones intestinas y guerras civiles; lo mismo debe ejecutarse cuando la opinión y concepto de los primeros empleados en todo ramo claudique en los pareceres públicos, aunque sea sin causa verdadera, dándoles luego el Gobierno una satisfacción secreta de las causas que han dado margen a retirarlos de sus empleos; y, sin perjudicar su mérito, emplearlos en oportunidad con variación de destino.
15a Siendo los magistrados, justicia, tribunales y demás autoridades, el antemural y sostén de los respetos públicos donde algunas veces, cuando son ocupados por hornbres corrompidos y llenos de vicios, se acogen los tumultuosos, prevaliéndose de la protección y respeto para alguna trama o deliberaciones se debe precaver que dichos tribunales, justicias, magistrados y demás empleos sean ocupados por personas de nuestra entera satisfacción, quienes instruidos de nuestras ideas en la parte que les toque, nos sean adictos para estorbar el apoyo de los ambiciosos y perturbadores del orden público; y además prever cualquiera atentación contra las autoridades del Gobierno que resulte en perjuicio de la causa, observándose siempre la política que debe guardarse con respecto a la reclamación pública, por opinión y concepto; adoptándose, cuando no haya otro, el medio del mal el menos.
16a A todos los oficiales y militares (no siendo de aquellos muy conocidos que tengan acreditado ya su patriotismo), no debe despreciárseles y acomodándoles despacharles fuera de la Capital, a las campañas del Perú, o la Banda Oriental.
17a En los mismos términos, débese sin recelo dar empleos a todos los extranjeros, según el mérito o talento de cada uno, pues es creíble que éstos si no por patriotismo, a lo menos por el interés que les resulte, serán fidedignos en la confianza que de ellos se haga.
18a Por consiguente, el Gobierno debe tratar, y hacer publicar con la mayor brevedad posible, el reglamento de igualdad y libertad entre las distintas castas que tiene el Estado, en aquellos términos que las circunstancias exigen, a fin de, con este paso político, excitar más los ánimos; pues a la verdad, siendo por un principio innegable que todos los hombres descendientes de una familia están adornados de unas mismas cualidades, es contra todo principio o derecho de gentes querer hacer una distinción por la variedad de colores, cuando son unos efectos puramente adquiridos por la influencia de los climas; este reglamento y demás medidas son muy del caso en las actualidades presentes.
sábado, 21 de mayo de 2011
El amenazado
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
JORGE LUIS BORGES
martes, 10 de mayo de 2011
Oh! Bama (II)
Oh! Bama, fruto torcido del Africa agonizante,
parodia negra que sonríe, dientes blancos mastican muerte.
Oh! Bama, premio Nobel indignante, la TV salpica sangre,
es la sangre de tu sonrisa que asesina.
Oh! Bama, vida ciega, mascullante perra que feroz no disimula
pomposos premios por la guerra.
Oh! Bama, exportador de miserias, ilusión deshecha, mueca
de un poder que hace de la farsa la escena.
Oh! Bama, con piel negra o blanca, el dueño del dinero
Te quiere matando niños por petróleo ajeno
Oh! Bama, perforando polvo al sagrado polvo del Oriente
milenarios fantasmas te acosarán
Oh! Bama, nueva máscara del país que echa raíces donde no debe,
Irak, la luna y el cielo, el aire, los mares, Afganistán.
Oh! Bama, eres cáscara de una época decadente, tu piel negra es un
símbolo: el imperio le pone a su caída un disfraz
Oh! Bama, la misma bandera de siempre, la muerte...
Aquí abajo saltaron lágrimas por otra traición al continente.
domingo, 1 de mayo de 2011
El uno para el otro a destiempo
El mundo esta noche gime, porque conoce desde hace siglos su destino de polvo.
Pero la noche lamenta tu distancia de la mía. La brisa que nos envuelve es la misma, es el mismo arte que nos implora otra palabra, somos aquel temblor de un encuentro y rápida despedida.
Estamos hechos el uno para el otro a destiempo. Y toda la tonta realidad se desacomoda. Es que lo nuestro ha nacido como un cuento muerto pero aún andamos casi en silencio sino fuera por los versos.
Esos que escribimos para que cada uno sepa que el otro resiste y vuela y se abraza a la espera, que es apenas otra ilusión mientras nos imaginamos a veces enamorados de nada y de veras.
jueves, 28 de abril de 2011
sábado, 16 de abril de 2011
Si me quisieras, baby
Esta noche me puse a pensar que pasaría si me dijeras que me amas.
Creo que no sabría qué hacer, pero es cierto que te abrazaría, porque es lo que estoy deseando desde que te vi. Después el mundo sería distinto, habría como una avalancha de colores que por fin me recordaría que el verde es el verde de los pétalos, que los rojos son los jugos que apasionan y que los amarillos entibian la escala como podría ser el descanso dentro tuyo.
Las guerras, gracias a tu declaración de amor, serían muestras artesanales de los viejos arsenales. Las mentiras habituales del viejo sistema nos darían tanta risa, que perdonaríamos a mercenarios y crápulas con una fiesta en la que vendrían tantos para que no vinieran.
El arco iris permanente de colores ya inauditos, daría la bienvenida a los que estuvieron siempre dementes y con uno y con otro, con o sin prosa, sin mejores rimas que haber entendido que las pasiones se encienden todo el tiempo y al que no le guste el juego de jugar, mala suerte.
No puedo imaginarte de mi brazo porque tiemblo. Pero si eso ocurre sería capaz de pedirle una entrevista al tiempo, para que me haga un descuento y yo sea lo que vos quieras con la edad que sea.
Como siempre, llueve cuando escribo. Pero si de repente me abrazaras, llovería más, con furia, y saldríamos a un balcón o a un patio y nada sería lluvia, ni clima, ni tiempo, ni sistema, ni arcoiris, no habría realidad que es lo que certificaría que por fin, baby, nos amamos.
miércoles, 13 de abril de 2011
Otro invento
Tristeza de no tocarte. Bombardeos de desdichas se interponen entre tu piel. Maldita ecuación de la distancia que nos hace invisibles. Vamos por la novena teoría del hartazgo.
Adónde voy sin vos. Dramática tu ayuda me impone desvelos sin tu vientre, alcobas sin tu alcoba, ese permiso para el amor. De socorro en socorro nos hacemos entusiastas de la costumbre. Sin vuelo no podemos volar reptando. Nos queda esa mano en el viento.
Mañana, total, es otro invento.
jueves, 7 de abril de 2011
Los títeres que elabora el poder mediático
El lingüista norteamericano Noam Chomsky elaboró la lista de las “Diez Estrategias de Manipulación” a través de los medios de comunicación masiva, que reproducimos aquí y que van desde la estrategia de la distracción, pasando por la estrategia de la gradualidad hasta mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Por Noam Chomsky
sábado, 2 de abril de 2011
Sistema
Es el sistema, que acaba con la mayor esencia de la materia: el alma.
Es el sistema que dispone el plazo para el amor, y los moldes y las arrugas, y las edades, y los epílogos. Es el sistema que nos condena exitosos, que nos hace dadivosos con los culpables, condescendientes con encumbrados traficantes y viciosos del desmadre.
Es el sistema que te anuncia que se venció el amor, que fue demasiado el pacto, y que la soledad es mejor antes de hacerle fuerza de a dos al invencible quebranto.
Pero el efímero minuto se desbanda, y cada tanto pasa que entendemos que pasó tanto pero el espejo una noche nos señala asombrado que todo ha sido un sueño, que mirarse es en vano.
Definitiva, la recta es el sistema: y si andamos sin abismos y apenas en vuelos de rastrillaje, seremos por linaje, los herederos embalsamados de la última cama tierna.
miércoles, 30 de marzo de 2011
SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES DE AGR (Clarín)
Los delegados de la COMISIÓN INTERNA DE CANAL 13 Y TN nos solidarizamos con los COMPAÑEROS TRABAJADORES DE ARTES GRÁFICAS RIOPLATENSE en su lucha por el respeto a la libertad sindical. Repudiamos la actitud manipuladora de la empresa CLARÍN por presentar esto como una vulnerabilidad del derecho a la libertad de prensa porque somos los trabajadores de esta empresa quienes vivimos desde hace años la imposibilidad de desarrollar nuestra actividad sindical libremente. La persecución de cualquier activismo gremial es moneda corriente dentro de las empresas del grupo Clarín y el no acatamiento a los fallos judiciales es una constante. En tres oportunidades la justicia dictaminó que CANAL 13 debía reincorporar a Ricardo Junghans y Marcelo Moreira, dos delegados cesanteados, y la respuesta de la empresa fue desconocer los fallos. Creemos necesario que no se desvíe la atención sobre el tema principal que es la falta de libertad sindical que sufrimos los trabajadores. La vulneración a derechos constitucionales como el libre ejercicio sindical, la violación a los convenios colectivos y al estatuto del periodista son prácticas constantes en las empresas del grupo Clarín. Los compañeros de AGR vienen desde hace años denunciando los atropellos a los que son sometidos y ahora ante un acuerdo donde fueron reincorporados un grupo de delegados, la empresa ha respondido con mas persecución. Solicitamos que las voces públicas que se solidarizaron con la empresa también se hagan eco de LOS GRAVES PROBLEMAS QUE VIVEN LOS TRABAJADORES DEL GRUPO CLARÍN.
DELEGADOS COMISIÓN INTERNA DE CANAL 13 Y TN
lunes, 28 de marzo de 2011
Desvelo
Se repliega el sonido del mundo, pero igual me inunda.
Se mezclan viejas voces, llantos y gritos, porque aúlla el silencio que ha sido vencido.
Mis párpados son ventanas mal cerradas, y mis huesos puertas a medio abrir que no dejan escapar mi cuerpo.
Veo en una cinta casi deshecha formas del pasado que me aplastan en su incesante rodar,
mientras le ruego al ocaso el fin de esta pesadilla despierta.
Porque estar vivo sin vivir es estar muriendo todo el tiempo, y esto es lo que yo hago hasta el amanecer, cuando se desviste de terror mi desvelo.
martes, 22 de marzo de 2011
24 de Marzo
Cada vez que es 24 de Marzo quiero salir a matar o a matarme sin salir, despacio, por la desgracia de la humanidad.
Estaban ellos inventando mundos distintos, porque eran distintos, cada tanto se dan unos distintos, y los mataron a todos.
Era distinto mi primo, por citar, que se rajó las vestiduras de dobles apellidos y quiso como el Che darles a todos lo mismo, y pobre Gustavo y Ernesto si supieran que hay una clase política que se hace llamar popular desde privilegios y mansiones.
Tanta juventud deshecha, la generación inteligente, que no aceptaba diez para el dirigente y uno para el indigente.
Represores, milicos hijos de puta, por más medios que haya cobijando a delincuentes (me acuerdo de Aldo Proietto, hombre de la ESMA, blanqueado por Fernando Niembro en Radio Del Plata y Fox), seguiremos cada 24 de Marzo recordando a la generación con huevos, a la que se le animó a la ternura, a la que resolvió que había que tomar las armas porque no quedaba más que enfrentar así a la insistencia de la explotación.
Perón fue por fin lo que era, de derecha, y los entregó.
Ernesto, mi primo Gustavo, Evita, se abrazaron llorando en la mejor nube.
martes, 15 de marzo de 2011
Gozar la tormenta
Feliz en la inmensidad del no sentir. Soy un motor impulsado a sangre y desvelo, pero sin pensamiento. Para qué pensar si después fingir. La felicidad es la plenitud de la inconciencia. “Todo discurre bien por la superficie de la vida”. Andar liviano es andar al menos; sin fatiga ni proyectos, ausente en los planes, con memoria de a ratos, para no olvidar que el futuro no es más que una suma del pasado. Dormir, soñar, despertar, caminar, volver y salir, oler alguna vez, reírse de una mosca, taparse los oídos en la ciudad y gozar la tormenta y su revancha.
“Si no se espera todo o casi todo, todavía se espera algo”.
Amén
martes, 8 de marzo de 2011
Mujer
De qué sirve el viento sin tus alas.
Me cobijas, mujer, te amé tanto que ya no puedo, me cohíbe tu incesante claridad.
De todas la maneras te miré, mujer, de pollera y pantalón, de desdicha y con flor, fuerte, vigorosa, seductora, imposible.
Por algo venimos de vos y hacia vos vamos. No tiene sentido más que tu canto, tu voz cuando ríe, esa piel soberana a la que no hay más que rezar: para que no se acabe, no sea rugoso rigor, nos permita la última caricia. Qué raro es verte hermosa en dramas, qué raro es verte madre, obrera, dirigente, empresaria, puta si quieres, y al rato como que no pasa nada. Dueña del que se cree dueño, dueña de todo, como la naturaleza que el hombre cree que domina, y cuando se le antoja se hace jardín, y cuando se cansa se convierte en tempestad y trueno.
martes, 1 de marzo de 2011
Mariano
Rompieron de nuevo el amanecer. No hay excusa: somos la inferior escala animal. Pero Mariano quería escapar de la vulgaridad de su especie, y no lo dejó una turba mustia en su última degradación. Mariano tenía 23 años, una edad sospechada por el poder humanoide. Ese poder cuyo corazón gotea herrumbre, músculos mecánicos que sólo bombean lastimosas ambiciones hechas de eructo y metal.
Es que Mariano era distinto y se le notaba en su muerte de barba hacia el cielo como el Che, como Santillán, como tanta excepción que nos confirma la humanidad desecha. Era distinto Mariano porque indagaba, estudiaba, acariciaba su músculo cerebral con la suavidad de las páginas de un libro, porque luchaba y era solidario por nada. No esperaba pago ni ubicación, y muchos menos que le ataran las ansias por un soborno salarial. Los vertebrados con columnas de infectos no toleran a los Marianos, a los jóvenes, a la insolencia de la justicia. El poder no puede querer. Está hecho para la acumulación y la vergüenza del resto. Hubo una época de raros ejemplares de la especie que quisieron sublevarse. Como Mariano, fueron asesinados de a miles. Y la muerte sigue de ronda en los suburbios de la fiesta, porque hay que matar y condenar a los niños que se atreven con las migajas.
Mientras tanto esta rara vida sigue, con los ricos y su corte engordando, su poder apaleando, y la madre tierra desesperada que se pregunta por qué no son los animales superiores su protección.
Mariano Ferreyra: los perros, algunos gatos, y sus mayores felinos, leones, hermanos equinos, peces de toda estirpe, invertebrados, los que abundan en sus patas, y se sienten ejemplares bien alejados de los que se dicen dueños de la razón, las razas superiores, te están recibiendo…
martes, 22 de febrero de 2011
Vuelvo
De regreso a la niebla. Están pujando por no se sabe qué acá al lado y por abajo suenas bocinas de apuro para llegar antes al atardecer que desfloran. Vivir al revés, esa es la cuestión. Consumiendo el aire que nos hace mal vamos de corbata para que así se rían las viejas ramas que aún no sucumben. Me duele el cuerpo por no dejarlo ser cuerpo. La humedad oxida las ideas. Pero vuelvo a la prisión. Somos demasiados para tanto error. Estamos ansiosos por nuestra tumba. Quién dijo que el hombre es sabio. Pero soy su especie y no salgo vivo.
martes, 18 de enero de 2011
Con suerte
Qué encanto el abrazo del aire. Qué sincera la amistad de los animales. Nacimos solos, y moriremos con suerte, abrazados a ellos.
martes, 4 de enero de 2011
Por ese beso
El infatigable olvido pide un descanso
Y demasiadas miserias se ponen serias
Hay un mantel florido en la mesa del espanto
La gente es buena y son ríos sucios un encanto
No existen traiciones, la vanidad está de feria
La muerte anda de entierros de sus parientes
La humanidad condena la insistencia del fracaso
Son niños los que nacen en cunas de algodones
La lluvia es un invento divino que lava cicatrices
El prójimo es un intento de mirarnos para adentro
Nadie llora el hambre, somos como somos: iguales
Y todo por la sonrisa y ese beso
Por saber de mí sólo un segundo
A mí le vida se me quedó en eso
Pero si te olvidas de volver a mirarme
El mundo estallará otra vez en pedazos
Y seré de nuevo habitante, de su reverso