sábado, 26 de octubre de 2013

Néstor, a tres años de su muerte

Trabajo – todavía- en Clarín pero recuerdo con emoción a Néstor.
No eran los dos enemigos, hasta que el grupo quiso impone condiciones.
Pero Néstor fue casi como yo, anarquista, y sin avisar bajó cuadros de milicos.
Y mientras nadie lo creía echó a los marinos de la Esma y abrió las puertas al pueblo.
No parecía cierto y yo ni alcancé a votarlo. Nunca creí demasiado en los sistemas.
Pero Néstor se apartaba, lo quería Fidel en nombre del Che, y por algo fue su hermano Chávez.
La izquierda loca local que denosta a Guevara y que brinda con Chiche, se agarraba la cabeza.
Magnetto no pudo arrodillarlo en la calle Piedras, y Néstor lo mandó al carajo junto al campo.
Le dio poder a un puñado de mujeres, madres y abuelas. La dictadura fue por fin juzgada. Pareció mentira que la democracia en la Argentina se abrazara a nuestros sueños. En tu muerte, me di cuenta que mis hijas habían crecido. Lloraban por política, lloraban por vos.
A tres años de tu muerte, te reconozco, Néstor. Porque mi primo desaparecido volvió de su ausencia, y fuimos impensada libertad. Me creí parte de la patria grande, y disfruté con vos de Chávez, Lula, Correa y Morales. De lo que falta ya no puedo hacerte cargo. Pero definitivamente te reinvidico, compañero.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El Che está presente

Un día de adolescente me di cuenta que había existido el Che. Desde ese entonces me hice muy exigente.
Detesté a los desleales
Detesté a los deshonestos
Detesté a los de derecha
Detesté al capitalismo
Detesté a los pasivos
Detesté a los funcionarios
Detesté a los corruptos
Detesté a los individualistas
Detesté a los materialistas
Y Amé a los revolucionarios
A los anarquistas
A los poetas
A los románticos
A los valientes
A los cubanos
A los alérgicos
A los asmáticos
A los aventureros
Y Entendí que hay que defender al desdichado
Que la solidaridad es esencial
Que no puedo ser feliz si sé que hay quien no come
Que es monstruosa la acumulación
Que es monstruoso tanta empresa
Que alguna vez pagará el que le roba al pueblo
Que el político denigra a la democracia
Que la democracia no es el mejor de los mundos
Porque siempre estarás vos, Ernesto, diciéndonos que no somos tan puros, que no somos conscientes del ocaso del hombre, que tiramos el tiempo a la basura sin siquiera enterarnos de lo que pasa en Africa, en Cuba, en tu continente o en tu propia casa… Que no tenemos tu valor, querido Che.