viernes, 24 de marzo de 2017

Refugio



Recuerdo a veces esa mirada. Blanca y verde. Centrifugo el tiempo y ahora somos dos desentendidos. Pero de nuevo están tus fotos, el ayer tan lengua larga que se fue y me he vuelto a enamorar apenas ese segundo sin tenerte. Nada más parece que puede amarme después de vos. De tanto encender nos apagamos. Mi corazón explotó una vez y con los restos no sé qué hacer. Debe haber algo más…. Rindo amor a mi perra, a mis plantas, a gatos prestados, a la lluvia, al olor, bebo la humedad y hago fiestas con ella en mi soledad porteña. Pero siempre aparecen tus ojos verdes para rendirle cuentas a la memoria. Tormentas, ventarrones brutales que al final amanecen en tus ojos. La tragedia ya no permite transpirarnos. Hoy vamos de la mano sin consecuencias. Somos refugiados de un final.