martes, 28 de diciembre de 2010

Feliz año nuevo

Feliz año nuevo de desventuras. Se van acabando los recipientes de mi desgaste, pero mientras el mundo gira su lujuria del desguace. Ya casi no hay aire y celebramos con las copas bien altas nuestro cinismo. Nos amamos entre deshechos de apuros. Estamos hartos pero brindamos por la hipocresía extrema de creernos sensatos. Infaustas felicidades vendrán pero nos distraemos mintiéndonos por un sorbo de morbo. Asqueados a veces rodamos hasta matarnos. Pero entre sospechas de conjuros y frisos manchados en jugosos muros, nos arreglamos para la fiesta. Que de todas maneras está peor, por el hábito de tu ausencia.

martes, 14 de diciembre de 2010

Escribo para vos

Escribo sólo para vos, en mi calabozo. Y ella lee mi desgracia de desearla, son clavos en mi espalda que cada día te recuerdan. Escribo solamente para que seas la que me leas. Es el misterio de juntar esbozos dibujados de letras que tienen un efímero destino: mueren de pena tras tu lectura trajinada. Trato de seguirte con la débil belleza que me queda de algunos versos, para tu respuesta de nuevos amores que seguiré cada día esperando el naufragio. Entre tanto tus caídas y derrumbes, navegan mis palabras desesperadas por ser leídas en la controversia de tus ojos, que al enfrentarme me hieren, tan ausentes, pero que en mi ausencia anhelan estas letras que por fin lo digan todo y nada.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Que me bese

Tengo una rareza en la sangre. Pasan los años, las sangrías, los muertos, tanto fracaso querido, el desierto, el cuerpo mutilado, el deshecho, derrumbes cotidianos, pero mi sangre fluye, recorre, y sigue, alborotada. Soy capaz de levantarle la estima a la piedra, y al opuesto, esa mirada clara tan inasible sostenida por pieles incesantes. Sé que soy el destierro, pero vuelvo si eriza una poesía, y si un escote se hace cima al vislumbrase entre las rimas. Pero como siempre, el testigo del minuto que no para, cuenta que no es nada. Felicidad acabada soy yo. Reír es un minuto menos, llorar, lo mismo. Vamos del brazo con quien sea, pero que al llegar me bese.