viernes, 8 de marzo de 2013

Dedicado a todas las mujeres

Censarte
Quiero censarte, mujer. Preguntarte por ejemplo qué capacidad tiene tu corazón para derramar alivio, y si alguien alguna vez tuvo la ocurrencia de enamorarte y de hacerte olvido. Preguntarte si has aprendido a escuchar las palabras enamoradas, y si llevas la cuenta de suspiros de tus soñadores ambulantes. Censarte quiero para que me cuentes los colores de tu... alma, los dientes de tu boca sofocante y si has estudiado la antropología angelical de tu espalda. Dirás a qué familia pertenecen esas mariposas que pestañean en tus ojos, y a qué clase corresponde el hombre que no sueña con arrugarse y ser otro pliegue de tu falda. Deberás hablarme de la calidez de tus ambientes, y si conviven contigo ilusiones florecientes o si te llegan abundantes facturas de fatiga. Hagamos un censo con consenso. Entonces me abres la puerta con tu risa, me sirves tus perfumes en bandeja, y así completo la felicidad en mi planilla.

martes, 5 de marzo de 2013

La muerte de Chávez

Tanto odio dio sus frutos: la muerte otra vez. Es lo que suele sobrevenir en este mundo de desencantos, cuando eso seres tocados por la excepción absorben hasta no poder respirar el dolor de la injusticia, la pobreza, mientras bailan sobre su cadáver la danza diabólica los desalmados, los infectados por el egoísmo y la acumulación.
Sin Chávez a Latinoamérica se le volverán abrir las venas, es como si la fortuna se esmerara en ausentarse y hasta mirara con una sonrisa cínica las profundas inundaciones que nuevas lágrimas del pueblo dejan caer absortas por sus mares y montañas, mesetas, ciénagas, desiertos y valles.
Pareciera que los que nos dan voz no deben hablar. Es un dictado de un dios furioso que no puede aceptar que los latinoamericanos seamos más libres, más solidarios. No quiere ese dios que se mece entre ricos y poderosos, que los pobres sean menos pobres, que los niños no se mueran tanto, que no haya tanto engañado que deambule sin pensar.
Habrá fiesta, seguro, donde siempre hay fiesta sobre la privación de muchos. Andarán destapando risotadas malditas como luciferes nuevamente triunfantes. Nosotros, en tanto, nos miraremos sin saber qué hacer ante tanta crueldad del destino. Sentiremos escalofríos por el adiós inaudito de uno de los mejores de los nuestros. Quedamos otra vez desamparados, acá abajo, en este sur que hacía lo posible para existir pero que sin Hugo Chávez será otra vez una tentación para la invasión del desconcierto.
Pero desde su tumba seguro se va elevando el comandante para juntarse rápido con Néstor y pedir una reunión urgente con el Che, Bolívar, Belgrano, San Martín, Artigas, que ya están abriendo la mesa chica de la Patria grande para que todos juntos puedan pelearle al cielo su costumbre de caercenos encima.

sábado, 2 de marzo de 2013

El mismo amor

No hay manera de decirte que te amo. No hay forma ni respuesta para que me ames. Hemos sido tanto alguna vez, que ahora somos pedazos de tantas veces. Nuestro amor fue una inundación y aunque intentemos desvelos somos siempre el mismo naufragio. En la playa ya mansa y desierta, casi muertos, volvemos al últimos beso.