domingo, 7 de febrero de 2016

Mi sueño

He soñado con la humanidad desnuda en tu humanidad desnuda
He soñado la resolución del mundo en tu mundo resuelto
Te he soñado desde todos los detalles, de frente en tus apasionados pechos
De atrás desde mi corazón abultado, a fondo por la piel transparente de tus costados
Me he enseñado sólo verte en la vida misma que ocurre tras la vigilia
Las demasiadas horas del día vomitan todo resto de fantasía
Tú eres sueño y encanto, misterio que sólo se toca lejos del día
Repentinos paisajes donde somos amantes que disuelve el brutal despertar
La lucha es ardua por volver a dormir y encontrarte espléndida en la sábana blanca
Cuando nos dormimos abrazados, despierto, cuando me duermo hastiado, te encuentro
Mi mayor felicidad es vivir durmiendo, tal vez vuelvas a darme ese beso que no me han dado
Abro los ojos y es el desamparo, ando entre ruines y malvados, aguardo por la inconsciencia sedante y caer en tus brazos
Por fin llega la noche, la madrugada, cuando el milagro ocurre, los dos somos solos en el inmenso descaro de lo invisible
Sin que el tiempo sepa de lo nuestro, sin que seamos miserias, ni carne ni hueso

miércoles, 3 de febrero de 2016

Feroces esperpentos

En unos pocos días, algo ha sucedido en esta comarca cercada por ríos, pampas, mar y llanura. Hay una nube horrenda y negra que ha descendido demasiado sobre sus habitantes hasta turbarles la realidad, su concepción. De repente se desconocen entre ellos y otean a lo lejos brutales aunque desdibujados enemigos: algunos van vestidos de uniforme, otros van de finos sacos y esmeradas corbatas. Parecen venírseles encima todo el tiempo como zombies incomprensibles que todo tocan y todo destruyen. 
Hay sin más un fantasma pérfido que niega sin césar arriba de su cuello infinito las 30 mil desapariciones de una dictadura de sus congéneres, mientras lo acompaña bamboleante un ánima con tapiz frondoso de soborno a quien llaman Majul! desde una central de la infamia de estos seres que enloquecen a los vivos. Ellos se agrupan en plazas y parques para evitar morir comidos por estas bestias, como esa que ostenta su cara espantosa de un solo rictus malvado, que siempre va intentando hacer equilibrio para poder aplaudir represiones y a sus gendarmes lunáticos, que gustan alimentarse de la sangre de los niños villeros.
Un Ave de Lluto y de rapiña vuela alzada hasta posarse en el ministerio de la Cultura, donde se fornica sin descanso a su novia de tres tetas a cambio de una tarifa alta en salario público, mientras centenares de humanos son picoteados por sus cuervos siervos hasta que dejan sus despachos y entonces son arrojados a las fieras del mercado.
Pero los sobrevivientes saben que hay que tener cuidado con tropezarse a ella, la reina madre del Senado, que en su silla de ruedas rueda veloz y sin freno por las calles vomitando ñoquis todo el tiempo, empujada por parientes sudorosos vestidos con pesos pegoteados de apuro, mientras la esposa del paje maestre Majul muestra su flamante ascenso colgada de la silla y cruzándole las piernas una y otra vez.
Al fondo de todo camina un perro sobre las ruinas rosadas…