sábado, 31 de marzo de 2012

Sin amor


Si hubiera sido cierta, la felicidad desapareció de golpe. Ya se me ha quitado la sensación, miro todo como letra cursiva del tiempo. El azar me dio la espalda en amores y afectos, y me obligó a la estadística cruel de mirar con frialdad el efímero discurso de haberte querido tanto. Ya no puedo amar lo que quisiera, y los que aman repliegan y no se dan cuenta que la vida se pone ciega si no insiste la pasión como cuestión valedera.
Pero se me han ido felicidades y sorpresas, es el tiempo de ver pasar lo que no pasa. Tempestades de estupideces y nadas me hartan. No hay nadie a quien recibir, me espera infatigable el desencanto.

jueves, 22 de marzo de 2012

24 de Marzo

Era la generación angelada, eran los que buscaban que el sol iluminara todas las partes
Sermonearon la realidad porque está hecha de escalofríos y ellos veneraban la luz, por sobre todas las cosas.
A los ángeles los desaparecieron como si fuera posible enjaular y matar al vuelo eterno.
Ellos quedaron para siempre habitando destellos y dibujan todo el tiempo amaneceres para los que quieren amanecer.
Son los mentores del consuelo de la humanidad que lucha, no de los mansos que apretujan el boleto de la vejez insulsa.
Ellos, los ángeles, vivieron sus pocos años arrebatados a corazón abierto, sin hora sin soñar el sueño de los iguales.
Hoy, como tantos días, me palmean la espalda y que no me duerma, que no se han ido los malditos y acechan en la rutina ciega.
Hoy, en otro 24 de marzo, levanto el puño hacia el cielo, renuevo vuestra esperanza y con la sonrisa que puedo los busco en las banderas.

domingo, 11 de marzo de 2012

MUJER


De qué sirve el viento sin tus alas.

Me cobijas, mujer, te amé tanto que ya no puedo, me cohíbe tu incesante
claridad.

De todas la maneras te miré, mujer, de pollera y pantalón, de desdicha y con flor, fuerte, vigorosa, seductora, imposible.

Por algo venimos de vos y hacia vos vamos. No tiene sentido más que tu canto, tu voz cuando ríe, esa piel soberana a la que no hay más que rezar: para que no se acabe, no sea rugoso rigor, nos permita la última caricia.

Qué raro es verte hermosa en dramas, qué raro es verte madre, obrera, dirigente, empresaria, puta si quieres, y al rato como que no pasa nada.

Dueña del que se cree dueño, dueña de todo, como la naturaleza que el hombre cree que domina, y cuando se le antoja se hace jardín, y cuando se cansa se convierte en tempestad y trueno.

Mujer, eres el fuego y el aire, eres el demonio y el cristo que en tu vientre entrelazan.

Yo te distingo como el sentido de los sentidos.

lunes, 5 de marzo de 2012

Gustavo en el Parque de la Memoria


Las gotas resbalan con urgencia por el granito de mi nombre. Llueve y escucho el vaivén de un río que simula adormecido, pero que mece rabioso su vientre henchido. Nadie sabe que yo me miro impreso en una pared que muchos tratan de ignorar. Camino empapado de olvido por este parque que tiene cercanías con mi infancia, con aquella realidad tan breve ahora que miro desde mi eterna morada del silencio. Es aquí en el silencio el lugar natural de las cosas y es aquí dónde he vuelto con mi cuerpo partido por esta tierra hostil, depósito último para la mortífera raza humana. En mi inmenso silencio que todo lo abarca, puedo asegurar que he compartido lejanos espacios donde el pensamiento es una letanía que se descompone en nuevos amaneceres con mares piadosos y cumbres a las que el mal no llega.
Pero llueve y veo mi nombre en la pared que es lo único que pueden ver de mí si es que quieren ver. Tantos nombres impresos en la piedra como si la piedra fuera a reaccionar. Pronto nada más va a fluir y seremos todos la piedra.