sábado, 22 de octubre de 2016

Cuando ella se va de mi lado

Me levanté esta mañana y no sabía a qué hora
Los pálidos relojes habían perdido sus brazos
El desayuno era el silencio rebalsando la cuchara
Asomé por la ventana y vi que el día no decidía
Nubes muy bajas, luna y sol tan confundidos
Estrellas que a medio vestir se asomaban
Prendí el televisor para ver el minuto preciso
Los canales mostraban un corazón en cadena
Un corazón descubierto que latía sonrojado
Sin pronunciar palabra a la prensa convocada
En el dial de la radio se oía un corazón agitado
Tanteé el calendario por si algo celebraba
Sus hojas estaban blancas como las nubes en mi casa
El día que no sabía ya estaba adentro mío
Y entonces pensé en ella, mi amor que me subvierte
Ya no se cómo me llamo ni si existen continentes
Voy revuelto en la inquietud por una mujer que amo
Me maniata al mirarme y el abismo se presiente
Ella se va de mí lado y me pasa lo de siempre
Caminar de cabeza o decidir morir de parado.

domingo, 9 de octubre de 2016

Felices 90 años, mamá (Martha Lucía Neumann)

Hoy te hubiese regalado un disco, un collar de fantasía, una comida frente al río, mi escrito nuevo
Vos me hubieses llenado la cara de rouge, me hubieras despeinado y hasta exagerado mi verso
Me llevarías del brazo con tus pasos largos, te daría la pared como un caballero y mientras riendo
Sufrirías por mis sufrimientos y yo por los tuyos, escondidos tras la alquimia de otro encuentro
Nunca creí que seamos sangre de otra sangre, pero deambula en mi pecho tu mismo corazón roto
Habrá sido el azar que copió nuestras pasiones, el amor, la justicia y tanta libertad a mordiscones
No olvido nunca el mate cocido en tu escuela humilde, tus tizas enaltecían hasta el punto y la tilde
No olvido tus tres maridos, uno fue mi padre, otro un bandido y llegó Andrés que fue mi amigo
La ocurrencia del amor de demorarse, madre, justo con vos, que bastaba la luna para emocionarte
Así como fue corto el abrigo que tu madre pudo darte, Andrés se murió pronto y de vuelta al frío
Que desaire la belleza como un mármol, te acordás parecías Marilyn, tan linda que enceguecías
En la terraza de la casa de tu pueblo y del abuelo, pasaban rasantes aviones y caían cartas del cielo
Pilotos enamorados del rubio pelo al viento, de tus piernas perfectas, tu cintura, tu piel tan blanca
Tantos años pupila y sola pusieron dura tu hermosura, rompiste cadenas con familia y las posturas
Y vinieron mi padre, mis dos hermanos entre once meses, casi que pariste en la selva sin ayuda
Te sentaba mejor la aventura, estrujabas cada minuto para recobrar lo perdido, que el tiempo no dura
Pero un día te vi tan rara, confundida, me acariciabas con temblorosas manos, mirada vidriosa
Te vi la pena encendida cuando me serviste esos últimos ravioles con salsa única de tu único sabor
Te diste cuenta que empezaba a envolverte el olvido, que te decían adiós uno a uno los recuerdos
Te iban dejando tus palabras queridas, tu silencio se fue haciendo largo, tu franca mirada, esquiva
Fue un lago adiós sin vos, conversabas con otros en alturas donde tu adorado mar se vería mejor
Sin embargo yo supe hasta el final que me sentías, ya ni te movías pero tu ligero latir me saludaba
Hoy cumplirías 90 años y no te enojes que a nadie se lo cuento, no lo sabrán los pilotos, pero sí mi viejo
Y quien dice que no hayan hecho las paces, y ahora brinden entre flores voladas al firmamento
Si hasta siento tu abrazo, tus besos, las manchas de rouge por este regalo hecho en versos
Cumplirás otros 90 años más mamá, en mi recuerdo.

sábado, 1 de octubre de 2016

Tan Divididos

 Abejas y hormigas se mofan de nuestra inferíor organización.

Detestables organismos humanos, gobiernos, esclavizadoras empresas pujan por comer lo que es del otro, llenarse la barriga, ostentar, ignorar y pisar a millones de su misma especie, somos el último escalón de la escala animal.

Te estás abrigando con un calefactor y gente como vos tiene frío.

El azar te llevó a lo alto de la pirámide del Estado y entonces con desesperación te empachás, robás, reís a carcajadas por tu suerte y millones se matan entre ellos por un pan.

Ellos son los negritos, los oscuros , lo de olor, los pobres que haya que matar, si lo dicen con todas las letras Pato, Susana y Mirtha, el rostro de mujer hecho monstruo. Y el cafisho de los cielos de ojos celeste, las confirma.

Humanidad oscura, maloliente, cuando puede venera su ombligo mientras un hermano se remata.

Indecencia de gobernar para hurtar, juego infantil para el imperio que ve como sus hijos pobres se despedazan.

Un imperio que goza con la muerte de los de abajo, de los del costado, de los de Oriente, porque roba sus nutrientes y coloca el vendaval de sus armas

El mundo real de cada minuto atormenta, si uno supo tener piel con el mundo, si uno supo tener fe.

Buenos Aires es mandada por enemigos, los que hacen fiestas vomitando sus robos

Pero esta noche mi hija me llevo de la mano al Coliseo, vi a Mollo, a Divididos, su enorme rock me extirpó el dolor

Y en el Cuartito la pizza de parado y esos amigos de un rato, y las paredes tan repletas de un ayer distinto y tantos como yo me dejaron en paz de nuevo un rato conmigo, con mi ciudad, con mi país, con el mundo.

Aunque siempre sepa, Ricardo, que el 38 está cargado….