domingo, 9 de octubre de 2016

Felices 90 años, mamá (Martha Lucía Neumann)

Hoy te hubiese regalado un disco, un collar de fantasía, una comida frente al río, mi escrito nuevo
Vos me hubieses llenado la cara de rouge, me hubieras despeinado y hasta exagerado mi verso
Me llevarías del brazo con tus pasos largos, te daría la pared como un caballero y mientras riendo
Sufrirías por mis sufrimientos y yo por los tuyos, escondidos tras la alquimia de otro encuentro
Nunca creí que seamos sangre de otra sangre, pero deambula en mi pecho tu mismo corazón roto
Habrá sido el azar que copió nuestras pasiones, el amor, la justicia y tanta libertad a mordiscones
No olvido nunca el mate cocido en tu escuela humilde, tus tizas enaltecían hasta el punto y la tilde
No olvido tus tres maridos, uno fue mi padre, otro un bandido y llegó Andrés que fue mi amigo
La ocurrencia del amor de demorarse, madre, justo con vos, que bastaba la luna para emocionarte
Así como fue corto el abrigo que tu madre pudo darte, Andrés se murió pronto y de vuelta al frío
Que desaire la belleza como un mármol, te acordás parecías Marilyn, tan linda que enceguecías
En la terraza de la casa de tu pueblo y del abuelo, pasaban rasantes aviones y caían cartas del cielo
Pilotos enamorados del rubio pelo al viento, de tus piernas perfectas, tu cintura, tu piel tan blanca
Tantos años pupila y sola pusieron dura tu hermosura, rompiste cadenas con familia y las posturas
Y vinieron mi padre, mis dos hermanos entre once meses, casi que pariste en la selva sin ayuda
Te sentaba mejor la aventura, estrujabas cada minuto para recobrar lo perdido, que el tiempo no dura
Pero un día te vi tan rara, confundida, me acariciabas con temblorosas manos, mirada vidriosa
Te vi la pena encendida cuando me serviste esos últimos ravioles con salsa única de tu único sabor
Te diste cuenta que empezaba a envolverte el olvido, que te decían adiós uno a uno los recuerdos
Te iban dejando tus palabras queridas, tu silencio se fue haciendo largo, tu franca mirada, esquiva
Fue un lago adiós sin vos, conversabas con otros en alturas donde tu adorado mar se vería mejor
Sin embargo yo supe hasta el final que me sentías, ya ni te movías pero tu ligero latir me saludaba
Hoy cumplirías 90 años y no te enojes que a nadie se lo cuento, no lo sabrán los pilotos, pero sí mi viejo
Y quien dice que no hayan hecho las paces, y ahora brinden entre flores voladas al firmamento
Si hasta siento tu abrazo, tus besos, las manchas de rouge por este regalo hecho en versos
Cumplirás otros 90 años más mamá, en mi recuerdo.

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