miércoles, 27 de enero de 2016

El

Solo, solito, se sienta en el banco de la plaza solito y con la noche solita habla y nadie sabe qué dice.
Sonríe a veces como sobrando, y se enoja después por algo que la noche le dijo. Está solo solito en su mundo, no le importa el nuestro, y tiene ocasiones especiales para un saco rojo, y hay depresiones que terminan en madrugadas con nocauts de sus vinos viejos.
El no molesta, le contesta al aire que a veces le sale con cada cosa…. Una vez la otra gente que es mala le quemó sus cosas. Ahora él las esconde en un lugar que nadie sabe, es que siempre tiene que estar muy presentable.
Es que vienen de allá las visitas y el las recibe de saco azul sobre el cuero esperando en la plaza segunda, en las de los huéspedes. Nuevos amigos le aparecen de tanto en cuando por las incesantes miserias de Buenos Aires.
El acompaña y comparte instantes y vinos y ayuda en lo que puede pero mientras sigue hablando con su familia que no se viene. Y cuando al fin quien sabe quien se lleva a esa gente que no da más de abandono, el vuelve a andar solo solito por el barrio resolviendo cuestiones principales.
Prudente, con voz inaudible, con tiernos gestos va comprendiendo demasiado y entonces se aturde y se esconde. Pero de nuevo está esta noche rebosante.
Se pone hermoso como el silencio y se tira al pasto abierto casi hasta romperse para juntarse de una vez las estrellas.

martes, 26 de enero de 2016

El

Solo, solito, se sienta en el banco de la plaza solito y con la noche solita habla y nadie sabe qué dice.
Sonríe a veces como sobrando, y se enoja después por algo que la noche le dijo. Está solo solito en su mundo, no le importa el nuestro, y tiene ocasiones especiales para un saco rojo, y hay depresiones que terminan en madrugadas con nocauts de sus vinos viejos.
El no molesta, le contesta al aire que a veces le sale con cada cosa…. Una vez la otra gente que es mala le quemó sus cosas. Ahora él las esconde en un lugar que nadie sabe, es que siempre tiene que estar muy presentable.
Es que vienen de allá las visitas y el las recibe de saco azul sobre el cuero esperando en la plaza segunda, en las de los huéspedes. Nuevos amigos le aparecen de tanto en cuando por las incesantes miserias de Buenos Aires.
El acompaña y comparte instantes y vinos y ayuda en lo que puede pero mientras sigue hablando con su familia que no se viene. Y cuando al fin quien sabe quien se lleva a esa gente que no da más de abandono, el vuelve a andar por el barrio resolviendo cuestiones esenciales.
Prudente, con voz inaudible, con tiernos gestos va comprendiendo demasiado y entonces se aturde y se esconde. Pero de nuevo esta noche es rebosante.
El es hermoso como el silencio y se tira al pasto abierto hasta casi romperse para juntarse de una vez con las estrellas.

También lo he visto entre tormentas saca el primer gamulán y quedarse hecho un bollo bajo un banco discutiendo lo que nadie discute: la libertad.
M

Noticias de un sábado

Mi perra Mora cumplió 13 AÑOS, y como festejo nos fuimos a dar una gran vuelta nocturna a la plaza. Estábamos felices. Es que hacía rato que no íbamos por el calor y porque Mora estuvo un poquito enferma. Pero ya está impecable. Es tan hermosa…
Cerca del mediodía fui al Parque Centenario. Había una asamblea convocada por Carta Abierta para debatir los desastres que están ocurriendo en el país. Pero ni fue asamblea ni fue debate. Hubo una lista de oradores, pero la mayoría, veteranos de tantas guerras y militancias, encendieron a los dos mil compañeros presentes. Entre otros, hablaron Tati Almeida, impecable y voraz a sus 86 años; Horacio González, ex director de la Biblioteca Nacional, que habló de botánica y de la política, y señaló como metáfora a los árboles como ejemplo de pluralidad por su variedad en el mismo espacio del Centenario, algo que no ocurre en la actual y mentirosa administración macrista. Algunos oradores llamaron a combatir en forma urgente a este gobierno, aunque Eduardo Jozami, en el cierre, haya pretendido calmar las aguas. Se ve que cuando alguien se transforma en funcionario tiene intención de dirigir el decurso.
Estaban trabajadores del grupo periodístico 23, hablando y pasando una alcancía. Spolsky y Garfunkel, son los empresarios a los que ni les importa qué pueda pasar con cientos de familias si se van y no respetan el contrato laboral. Sé de algún periodista que se queja y que los ha adulado. Mil veces estuve en conflictos por cierre de medios en los que he trabajado, o por el despido de mis compañeros. Finalmente, Clarín me obligó a dejar el periodismo tras una persecución de años por cuestiones ideológicas, y tuve solidaridades a montones casi anónimas, pero pocas del periodismo. Me acuerdo cuando nos cerraron el viejo Tiempo Argentino en el que también trabajé y pasé maravillosos años. El diario estaba en Barracas y algunos de los trabajadores nos mandamos a la villa 21 para que los laburantes de allí nos fueran solidarios. Y fueron!. Pero los periodistas solemos acordamos de los demás cuando nos toca. Es un gremio que tiene el ombligo grande. Por qué no fui florista?
Me encontré en el Parque Centenario con un amigo loco de viejas épocas locas –qué lindo es decir loco, loca-, con el que compartí grandes vivencias en el sentido que compartíamos un corazón que latía. Y coincidió con lo que yo pensé cuando llegue al Centenario: Asamblea es levantar la mano y mocionar. Seamos por fin horizontales! Pero esta vez tampoco se pudo. Pero ya vamos a poder hablar, el pueblo ya va a hablar y a luchar. De todas maneras es urgente ante este gobierno demencialmente enemigo.

jueves, 21 de enero de 2016

tu cumpleaños, Mosca

Che, boludo, gobierna Macri. Y ahora, peronista? Me jodías talibán, pero pasó, boludo, nos vamos a cagar de hambre de nuevo. Pero de pibes nos alcanzaba un barquito de plástico navegando hacia la alcantarilla, y bombardeaban dictaduras y no nos importaba, hasta que nos apretaron en la esquina de tu casa y tu vieja nos dio asilo. Ya no fuimos tanto a Las Piedras, las dos inmensas misteriosas que el arroyo dejó para juntarnos y adueñarnos. Y después seguimos con los boliches que brotaban en Libertador frente a Defe. Le hacíamos frente a cualquiera. La gente reaccionaba, y corrimos a un milico en Pepó’s, justo en casa meterse….
Che, boludo, hoy me hubieses alcanzado con la edad, el chiste de siempre. Te llamaría, y te compraría la remera que te queda pintada. Armamos un par de cumples buenos cuando se rearmó la banda. Estabas contento conmigo por el esfuerzo que hice.
Pero, boludo, cuando te vi irte con el Tano, y hacía calor y estabas tapado y había falsedad como siempre de haberte querido y no decírtelo, y por favor déjamelo ver al Mosca, nos levantaron la tapa y estabas casi feliz, boludo, después de estar un par de meses sin poder fasear, el suplicio, y el dolor, y la silla, y el último asado que nos abrazamos todos con el Tano y Daniel.
Ya está, vos los votaste, te hubiera dicho. Eras de la vieja ortodoxia peronista pero no boludo.
Vamos a chupar Mosca, y prendé otro faso…

lunes, 18 de enero de 2016

Pequeño manual del desasosiego

De niño no era feliz, pero mi piel encendida disimulaba. Uno debería ser niño y perro para ser inconsciente de la felicidad. ¿La adultez será ser el precio de haber sobrevivido?  Vamos pagando con la decadencia del cuerpo y del espíritu. No entiendo por qué no me parió la abuela de mi perra. La familia es un cuento de la religión, la sangre roja la tenemos todos, y los genes malditos son de humanidad. El día es demasiado largo para seguir vivo. Uno se aburre de ser uno. Benditos sean los que actúan y son otros, aunque ser otra persona  es el doble de dolor, porque digamos la verdad, en general y casi en particular los hombres y las mujeres somos malos, egoístas, materialistas, necios, sobrevivimos aturdidos en ciudades violentas con antifaces y auriculares, y si podemos nos vamos hacia el amor, como consuelo, pero puede ser peor. El amor apenas es un apego repentino y después es tolerancia, es que es mejor estar acompañado que solo, dijo el eslogan, y ahí andamos,  sin saber cómo soportarnos. Nada de lo que hacemos tiene sentido. Shakespeare no se enteró de lo que hizo, y tampoco Einstein y menos Van Gogh. En un par de siglos ni de ello se acordarán. Y están  los imbéciles que roban el poder y se creen astutos por despojar al semejante. En cualquier momento serán jaula cremada… Yo creo que lo mejor es partir con nuestro perro, qué más, nada más verdadero. ¿A quién querés más, a fulana o a tu perro? ¡A mi perro!

Mañana voy a volver a despertarme en un lugar que no me gusta. A que no me dejen otra vez hacer lo que me gusta. Tengo que llevar mi cuerpo a algún lado y no sé para qué. Tengo desconfianza y temor, temo a la gente, y lo peor es que insiste en ser única y transcendente en un planeta casi hinchado de polvo.    

viernes, 1 de enero de 2016

Desgraciado año nuevo


Arde el desconsuelo de que no hay más, la vida es esto, rascamos y no hay
Armamos fechas, acontecimientos, ponemos cimientos, estructuras,
Pero tanto es demasiado, la vida no lo vale, si cuanto estamos vivos morimos
Hay instantes finales que se parecen a la  muerte, pero la vida es una torta de muchas capas
Y otra vez a empezar, y ya sabemos que el ruin nos ríe sin sentir, que es hermosa esa boca que no besamos, que los brindis se atormentan con la pretensión del amanecer, pero todo se esfuma
Hoy seré de nuevo ese ser intocable, que concursa tras la longitud de la nada, y que gana
De nuevo el sol que cae y la noche espantosa, que nos viene a refregar la ausencia de amantes

Estoy borracho de fracasos, la vida es una sucesión aburrida, desgraciado año nuevo