martes, 26 de enero de 2016

Noticias de un sábado

Mi perra Mora cumplió 13 AÑOS, y como festejo nos fuimos a dar una gran vuelta nocturna a la plaza. Estábamos felices. Es que hacía rato que no íbamos por el calor y porque Mora estuvo un poquito enferma. Pero ya está impecable. Es tan hermosa…
Cerca del mediodía fui al Parque Centenario. Había una asamblea convocada por Carta Abierta para debatir los desastres que están ocurriendo en el país. Pero ni fue asamblea ni fue debate. Hubo una lista de oradores, pero la mayoría, veteranos de tantas guerras y militancias, encendieron a los dos mil compañeros presentes. Entre otros, hablaron Tati Almeida, impecable y voraz a sus 86 años; Horacio González, ex director de la Biblioteca Nacional, que habló de botánica y de la política, y señaló como metáfora a los árboles como ejemplo de pluralidad por su variedad en el mismo espacio del Centenario, algo que no ocurre en la actual y mentirosa administración macrista. Algunos oradores llamaron a combatir en forma urgente a este gobierno, aunque Eduardo Jozami, en el cierre, haya pretendido calmar las aguas. Se ve que cuando alguien se transforma en funcionario tiene intención de dirigir el decurso.
Estaban trabajadores del grupo periodístico 23, hablando y pasando una alcancía. Spolsky y Garfunkel, son los empresarios a los que ni les importa qué pueda pasar con cientos de familias si se van y no respetan el contrato laboral. Sé de algún periodista que se queja y que los ha adulado. Mil veces estuve en conflictos por cierre de medios en los que he trabajado, o por el despido de mis compañeros. Finalmente, Clarín me obligó a dejar el periodismo tras una persecución de años por cuestiones ideológicas, y tuve solidaridades a montones casi anónimas, pero pocas del periodismo. Me acuerdo cuando nos cerraron el viejo Tiempo Argentino en el que también trabajé y pasé maravillosos años. El diario estaba en Barracas y algunos de los trabajadores nos mandamos a la villa 21 para que los laburantes de allí nos fueran solidarios. Y fueron!. Pero los periodistas solemos acordamos de los demás cuando nos toca. Es un gremio que tiene el ombligo grande. Por qué no fui florista?
Me encontré en el Parque Centenario con un amigo loco de viejas épocas locas –qué lindo es decir loco, loca-, con el que compartí grandes vivencias en el sentido que compartíamos un corazón que latía. Y coincidió con lo que yo pensé cuando llegue al Centenario: Asamblea es levantar la mano y mocionar. Seamos por fin horizontales! Pero esta vez tampoco se pudo. Pero ya vamos a poder hablar, el pueblo ya va a hablar y a luchar. De todas maneras es urgente ante este gobierno demencialmente enemigo.

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