miércoles, 9 de octubre de 2013

El Che está presente

Un día de adolescente me di cuenta que había existido el Che. Desde ese entonces me hice muy exigente.
Detesté a los desleales
Detesté a los deshonestos
Detesté a los de derecha
Detesté al capitalismo
Detesté a los pasivos
Detesté a los funcionarios
Detesté a los corruptos
Detesté a los individualistas
Detesté a los materialistas
Y Amé a los revolucionarios
A los anarquistas
A los poetas
A los románticos
A los valientes
A los cubanos
A los alérgicos
A los asmáticos
A los aventureros
Y Entendí que hay que defender al desdichado
Que la solidaridad es esencial
Que no puedo ser feliz si sé que hay quien no come
Que es monstruosa la acumulación
Que es monstruoso tanta empresa
Que alguna vez pagará el que le roba al pueblo
Que el político denigra a la democracia
Que la democracia no es el mejor de los mundos
Porque siempre estarás vos, Ernesto, diciéndonos que no somos tan puros, que no somos conscientes del ocaso del hombre, que tiramos el tiempo a la basura sin siquiera enterarnos de lo que pasa en Africa, en Cuba, en tu continente o en tu propia casa… Que no tenemos tu valor, querido Che.

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