jueves, 28 de julio de 2011

Cuidado votantes de Macri-Duhalde


Dónde me paro yo en esta sociedad tinellizada y susanizada. En la que la gente mira de a cientos de miles a Marcelo Tinelli, y consecuentemente vota a Macri porque sigue votando embotada estupideces, después de elegir el enésimo culo. En una sociedad espantosa en la que la fascista Susana Giménez disfrazada de encantadora mina con calle, ofrece su engendro televisivo para que sus candidatos acólitos y engendros, abran y cierren campañas.
La derecha está destapando su odio y muchos inocentes acompañan, porque astutamente le van rompiendo las neuronas con semejante mugre televisiva. Y los grandes medios siempre cómplices del desguace, maltratan hasta figuras sagradas como las Madres, las Abuelas, el juez Zaffaroni.
Qué le habrán hecho a esos miles de votantes de Miguel del Sel... La protesta no se canaliza en personajes tan livianos que no tienen idea de las ideas, y que son sencillos muñecos de titiriteros como Duhalde, que se relame por asaltar otra vez el poder para despanzurrar el país, y cederles a los grandes grupos económicos y las grandes familias mucho más de lo tanto que ya tienen. Levantando bien alto las escopetas de las fuerzas represivas para detener la reacción popular, como ya hizo en los asesinatos de Kosteki y Santillán.
Tengan cuidado votantes de los socios Duhalde y Macri. No se olviden que Mauricio bancó en su banca a Patti, que Mauricio creó la fuerza represiva de UCEP para echar a patadas y trompadas de la ciudad, a esos pobres más pobres de la calle que no les dejan ni la calle. Macri está procesado por escuchas ilegales y por crear una policía con jefes manchados con sangre. Tengan cuidado porque detrás de Duhalde, de Macri, se agazapa la mano de obra desocupada y los poderosos que sólo quieren el país para ellos, y para el resto, palos. No debe olvidarse la historia dolorosa de este país, aquella de la generación devastada. No debe olvidarse que personajes civiles parecidos a éstos convalidaron la matanza y la tortura.
Macri además maldice el arte, los artistas, los maestros, los médicos, las enfermeras, a todo trabajador que tenga relación con el campo popular. Porque para Mauricio la gente buena va a escuelas privadas, sanatorios prepagos y viaja a Manhattan para ver espectáculos.
Dónde me paro yo donde no puede creerse nada, porque hasta la información más mínima es fruto de una operación tendenciosa y maliciosa. Dónde si hasta el fútbol nos entristece al verlo tironeado por unos y otros que quieren para sí su circo y abundante pan.
Ojalá no tenga que hacer realidad aquellos versos de Pappo: “No sé porqué, imaginé, que estábamos unidos, y me sentí mejor… Pero aquí estoy, tan solo en la vida, que mejor me voy…”

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