domingo, 18 de diciembre de 2011

De todas maneras

Adoro la vida. El muñeco en la biblioteca sonriendo, y la belleza de tu paso andando porque sí, y el sueño y la nostalgia, y el reto y el descontento para creernos vivos. Esa mirada que enfrenta y se acaba, alguna vez pasó algo parecido al amor, y el error y el después, los engaños, la vida difícil, pero el aire recomienza, despeina, hay respiración y hay otro instante. Estoy todavía acá, palpo

la ternura en un descuido, hay fragancias y hay viento, calculo la frecuencia de la luna y me voy de mañanas sin sol. Soy eso que se ve, imposible trajinarme y traicionar. Abrazar quiero a tantos que desarman
filas para abrazarme

2 comentarios:

Daniel Mecca dijo...

"Abrazar quiero a tantos que desarman
filas para abrazarme". Todo un poeta, Martín. Un abrazo, entonces.

Anónimo dijo...

crecemos o mejor dicho, alguna vez nos convertimos en adultos responsables salvo los que los tienen, para los hijos en el amor y el compromiso de pareja algunos nos perdimos en la juventud creo que aún hoy no hemos madurado!!! besos