sábado, 10 de abril de 2010

Nada II

Qué es lo que canto si no aprendí a leer pentagramas que encienden sonidos al incesante fluir de la trama
Qué es lo que escribo si no distingo entre la rima y el verso, y dejo todo como encuentro, un remolino sin viento
Qué es lo que hablo si mis palabras mueren de inmediato, ahogadas de abismo, entre el relato y el tiempo
Qué es lo que quiero si se me acaba el encanto en apenas un adiós, en apenas un llanto
Qué es lo que creo si se cansan mis pasos cuando el camino se abre arduo y no contempla el remanso
Nada me debe la vida si no soy el Che o mi primo Gustavo, que se despojaron de tanto por un ideario. Nada, ni un poeta sedentario soy, que se inventa la vida cada día en un inútil teclado.

1 comentario:

martin sanchez dijo...

disculpen estos pobres versos