No hay más nada. Pero vamos a luchar para tu última caricia. Sacrificados, lamiendo el último beso pero lo daremos entre venas vacías. No podrán frenar este amor incomprensible de poder abrazarte y que digan que la vida renace por una noticia, la que te hace dueña de mí, de todo, de todos, se acabó el mar calmo, vamos a la tormenta…
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