sábado, 29 de septiembre de 2012

No puedo más sin un abrazo

No puedo pestañear olvidos. Doy vueltas en un espacio mínimo de sábanas como si fuera el inconmensurable mar que soñaron otros de grandezas, mínimas en el último minuto de la fatalidad. Soñamos despiertos en vano en la vigilia. Nada vamos a solucionar apretujando los ojos contra almohadas deshechas de costumbres, amarillas de utopías muertas. Retuerzo conversaciones sobre el inevitable abandono. Todo va a terminar en el ocaso y yo lo sueño despierto, y voy a andar seguro de mi ausencia entre otros. No es posible amar ya en esta locura de vocablos. Decimos cosas que nos son y lloramos por lo que se va en cada minuto. Estamos hechos de apariencias. No puedo más sin un abrazo.

No hay comentarios: