No hay forma de pedirte perdón. Quiero amarte con fiebre como antes, pero estás fría. Donde encontrarte venosa y extendida, amplia, jugosa… Ya no, sos otra, se volcaron encima nuestro inusitadas lluvias, ásperas, difíciles, la pasión húmeda y ciega nos hace distantes. El mundo estalla de todas maneras, y más cuando cuando se lo exagera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario