miércoles, 29 de mayo de 2013

Conversaciones con mi perra II

Antes de dormirse me repite que nada ni nadie es demasiado como para esta pena
Que de esta tarde al sol en la plaza están hechos los mejores momentos
Y que cuando hay tanto esfuerzo y artificio hay que abandonar pronto
Porque la vida sino es un permanente e insoluble camino doloroso
Suele ponerse así de profunda mi perra, antes de dormirse y cuando le regalo algo dulce
Yo le contesto que tiene razón, pero que uno se termina apegando con furia a la soledad
Y eso no parece lo correcto Pero ella bostezando me pregunta por qué cuando no hay otro remedio
La vuelvo a consentir y le extiendo el último pedacito de chocolate
Y ahí se inspira para la frase final: cuando se puede somos felices con otros seres, si no se puede hay que darle belleza a la soledad
Le digo que tal vez pero ya suspira soñando y por suerte no me ve cuando vuelvo a derramar
Otra lágrima inútil

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