viernes, 17 de mayo de 2013

Mi primo Gustavo no celebra la muerte de Videla

Mi primo Gustavo vuelve a aparecer aún desaparecido, para decirme que su pena por la muerte de Videla no es pena terrenal porque a él ya lo alcanzaron jirones de eternidad, que no celebra el fin de un tirano porque los tiranos son apenas polvo sucio que hay que estar atentos de sacudir siempre de la entretela de nuestros pensamientos. Gustavo vuelve a aparecer porque nunca dejará de hacerlo, y me dice bajo que lo mejor hubiera sido que Videla hubiera vivido dos siglos, para que al fin dijera tanto horror que se guardó, y para que las nuevas generaciones supieran que ahí estaba en la cárcel común, juzgado y condenado, lo contrario a la bondad, la solidaridad, la inteligencia, la paz, la valentía, la honradez. Gustavo me dice que no hay fiesta en el cielo, porque la lucha no he terminado, porque aún hay privilegiados y marginados y la igualdad sigue siendo un anhelo que aún anda lejos. Pero acepta que Paco Urondo anda recitando unos versos, Walsh ensimismado escribe prosa y Osterheld dibuja a Buenos Aires libre de su peor fantasma...

No hay comentarios: