Que no me vean, no me persigan, no soy nada, nadie, quiero
alejarme de lo que no soy.
Hay aguaceros de silencios que me arrinconan, hasta cuándo
seré dolor, vacío, cada minuto perdido, yo sé que lo señalarán en mi próxima
vida de hierba ausente, ignorada, pisoteada,
Es como ahora, no hay sentido para una vida así, hastiada en
cada hora, sirviendo el buffet todo el tiempo de la melancolía.
No me deslumbra nada, ni siquiera el hartazgo. Vea a quien
vea me vuelvo beodo sin beber, veo sin ver, estoy ciego de sentidos, nadie me
ama y yo ya me olvidé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario