miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mara

Tu tiempo era de cristal. Estalló infectado de pasión. Vigilé horas eternas el color de tus fluídos, y fue mi música incierta los ruidos en pantalla de tu corazón. Entre cables y agitaciones, intensivas terapias sin respuestas, te miré como si murieras y entonces juré tentaciones. De decir por fin que somos un virus de los dos, que se sufre por no ser otros y morimos sin nosotros. No movías pestañas y tu cuerpo eran sábanas. Tu cabeza estallaba…. Y estaba yo, sin tanto llanto, escuchando que te quedabas.
Una furia de tus conocidas entrañas trastabilló a la muerte. Y me llamaste y vinimos los dos a decirle que un amor así, no se mata de repente.

3 comentarios:

Ludovica dijo...

Me hiciste emocionar...
Ustedes me enseñaron que el amor es inmortal!
Como no amarla? cada día me siento más orgullosa de tenerla como mamá.No creo en Dios, creo en ella!

Mara dijo...

Me encantó...Vos sabes que somos una sola persona. Tanto vos como yo tenemos una sola alma. Sigamos asi.

Dany dijo...

Decir que "somos un virus de los dos" no es sólo decir ...
Sentir que "somos un virus de los dos" es algo más que sentir ...
Vivir que "somos un virus de los dos" es más fuerte que vivir ...
"Somos un virus de los dos" es una de la mayores expresiones y por qué no la única que uno ha eschuchado decir por ahí ...
Conmueve, emociona, maravilla y todos los calificativos que seguramente no van a alcanzar ...