lunes, 21 de septiembre de 2015

Tercer adelanto de mi pieza teatral "El tiempo siempre se olvida de todos nosotros"

 Pero…  ¿Dónde está? ¿Dónde fue? ¿Habrá sido una alucinación? ¿Todo será una alucinación? ¿Habrá algo verdadero? Pero yo la vi, o me pareció… Me hizo señas, yo no debería estar aquí, no debería haber bajado. Me esperan… Pero la vi tan hermosa, tal vez porque no parecía terrenal. Por qué será que tantos habitantes de este planeta se van afeando con el correr del tiempo, no es que maduren o envejezcan, sea afean por dentro y se les pone oscura la mirada, se hacen oscuros como los ponientes, se quedan sin luz interior, se ponen tenebrosos como la tierra reseca, algunos se deshilachan como un musgo débil ante el primer viento y van a parar al lugar de la conveniencia,  otros se agrietan y asoma su horroroso fondo como en un sismo, andan marchitando cotizando sus gotas de esperanza en mercados ajenos a la juventud. Estos seres son tantos que le han   resquebrajado al mundo su frágil alegría, apenas encuentran pasión en las artificialidades de lo material,  y ahí se los ve, entonces, se van encorvando con la carga de un corazón pesado de frustraciones y seco de amor… (se detiene y mira para la parte en penumbra del escenario) ¿Pero dónde se habrá  metido la Bailarina? Qué oscuro se puso esto aquí…

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