miércoles, 10 de agosto de 2016

Esa gente

La gente me da miedo, escozor, me empujan y pujan por ganarme el lugar
Que le cederé temprano para no andar en ninguna carrera porque no sé correr
La gente me da miedo porque es lengua larga, habla sin saber y aún sin beber
Se mete con uno y asevera delirante que uno merece no sé qué cosas en vez de lo que tiene
La gente da vergüenza cuando mira extasiada su ombligo y sólo ve su único mundo cuando el de verdad la va a aplastar
La gente da miedo cuando etiqueta y desprecia que los negros, los cabecitas, los bolitas, los perucas, los judíos...
Y se autocalifica cuando adora al imperio, o al extranjero de occidente, al presidente negro porque tan bien cuida a los blancos y a los bancos
La gente da miedo cuando desprecia animales, vacas, caballos, cordero, chivos, yaguaretés, elefantes, ballenas, tortugas, perros, gatos, y encima vota a liberales para correr a la pobre liebre.
La gente da pena cuando se traga los sapos de los medios, cuando repite frases, slogans, cuando quiere parecerse al presidente delincuente, cuando ni piensa ni elabora y lo maneja la caja boba.
La gente da miedo cuando nos insulta por consecuentes, leales, fieles, por dar lo que fuere por los ideales
Cuando apunta a nuestra insistencia de no querer ver el funeral de los pensamientos
La gente me produce rechazo cuando cree que la utopía ha sido enterrada, que la vida es una buena compra en el supermercado
Que lo que vale es la pantalla táctil, cada vez más plana y llena de colores como sus cabezas tan ausentes
Hay mucha gente como esa gente. Que no quiere cambiarle una coma al sistema, así están las cosas, qué vamos a hacerle
Y amontonan bajo la alfombra las frustraciones, los deseos, porque lo que importa es el qué diran y el qué mostrar, si ya todo va a pasar…
Yo de esa gente me escapo cuando puedo y me oculto en un amigo, en un libro, en los versos de esos ojos verdes, en Guevara o en mi perra, que me lame y me quiere, no como esa gente…

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